Por los pasados años, el fútbol ha sido uno de los deportes de mayor crecimiento en Puerto Rico.

Varias figuras, locales y del exterior, han puesto su granito de arena en ese desarrollo. Una de esas personas es el británico Adrian Whitbread, quien por los últimos cinco años trabajó con los Islanders de Puerto Rico y con la Selección Nacional. El año pasado, se estrenó como director técnico de los naranja.

Pero al igual que muchos profesionales abandonan la Isla en busca de mejores oportunidades, Whitbread, de 41 años, optó por regresar la semana que viene a su natal Londres. Su viaje es de ida solamente, pues el receso de los Islanders por la totalidad del 2013 lo llevó a presentar su salida en busca de otro trabajo detrás de las líneas de cal.

El break forzado que optaron por tomar los Islanders se ha convertido en un duro golpe para el fútbol local, que ha sufrido la inactividad de varios de sus principales exponentes y, ahora, la salida de mentes como la de Whitbread, un ex jugador de la Premier League inglesa.

“Ellos (los dueños) querían que me quedara, pero no hay manera ahora mismo”, se sinceró Whitbread en entrevista con Primera Hora.

“Hay temas de operación, hay staff que tiene que seguir trabajando en el club, ¿pero a quién yo dirijo? ¿A qué me dedico? Soy un técnico profesional de fútbol que necesita la experiencia, a veces hay que hacer cosas para ganarse la vida. En este momento, no sentí que podía tomar unas vacaciones de seis meses, sin ganarme dinero, por más que me encante aquí”, añadió.

Como técnico con los Islanders, Whitbread nunca escondió sus emociones. En sus cuatro años como asistente del norirlandés Colin Clarke, era el londinense el que gritaba desde el banquillo, regañaba a jugadores, pero igual les daba un abrazo a los futbolistas cuando hacían lo correcto. Esa misma pasión lo llevó a debutar como director técnico el año pasado tras la salida de Clarke. Y las emociones también se apoderan de él cuando habla del Puerto Rico que dejará atrás.

“Es bien difícil… (aguanta lágrimas). He estado cinco años de mi vida aquí y los puertorriqueños se han convertido en mi familia. Va a ser difícil ajustarme, pero tengo que hacerlo. Me tomará tiempo. El tiempo es una medicina. Quiero mucho a la gente de aquí, por eso me es tan difícil irme. Pero tengo que hacerlo. No puedo tomarme un año fuera del fútbol”, enfatizó Whitbread.

“Nadie lo vio venir”

El receso de los Islanders en la North American Soccer League fue un duro golpe para una franquicia que en el 2009 se clasificó entre las mejores cuatro de la Liga de Campeones de la Concacaf y que, un año después, ganó el campeonato de la liga. En el terreno, todo fue a perfección. Pero a finales del año pasado, los dueños aludieron a enormes pérdidas económicas para la razón del receso.

“Estoy seguro de que hubo situaciones que se pudieron mejorar, y estoy seguro que los dueños reflexionarán. Pero nadie lo vio venir”, apuntó Whitbread, quien ve como una posible salvación para el club una inyección económica de otros inversionistas.

“Con los dueños actuales, se podrían conseguir otras ayudas o alianzas con otros clubes, tal vez uno mexicano. También hay inversionistas, hay que mirar cómo respondía el público antes, estoy seguro que los dueños han ido atrás y se han preguntado por qué eso cambió. Yo sé que el mundo está pasando por una recesión masiva, así que tenemos que cambiar”, añadió el técnico.

Pide unión a la Federación

El mismo Whitbread no se demuestra tan confiado de que la Tropa Naranja regrese para el 2014.

“Creo que es difícil decir sí, y es difícil decir no. Deseo, sinceramente, de corazón, que regresen”, subrayó. No obstante, de lo que Whitbread sí está seguro es de que debe existir una mayor unión en el Comité Ejecutivo de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF), presidida por Eric Labrador.

Aunque Whitbread alabó el trabajo realizado por el seleccionador nacional Jeaustin Campos, sí dejó entrever que existen diferencias de criterio en el seno de la FPF.

“Creo que Jeaustin ha dado en el clavo con las selecciones nacionales, pero afuera, ¿cómo estos jugadores verán competencia? Y eso es lo que hacían los Islanders. He hablado con muchas personas, y lo que escucho de la Federación es que hay personas con agendas diferentes”, apuntó Whitbread.

“He escuchado que hay algunos (en la FPF) que no están muy preocupados por que los Islanders se queden. Claro, esa es su opinión. Pero no pienso que todos en la Federación, como dicen, estén cantando del mismo cancionero en la iglesia. Creo que hasta que no se unan por una meta en común, el fútbol puertorriqueño va a sufrir”, sentenció el técnico.