Madrid. La paliza 6-0 que Barcelona propinó a los Pumas de México en el cierre de su pretemporada alivia un poco los temores de quienes creen que el club hipotecó su futuro para adquirir nuevas figuras y alienta la esperanza de que el equipo de Xavi podría hacer cosas grandes a corto plazo.

Barcelona sorprendió contratando varias figuras de primer nivel a pesar de la crisis económica por la que atraviesa. Pero para ello sacrificó parte de sus ingresos futuros. Los resultados deportivos, no obstante, podrían ser inmediatos.

Los aficionados del Barça no ocultaban su entusiasmo tras la goleada del domingo a Pumas en el Camp Nou por el torneo Joan Camper.

Más de 83,000 personas vieron a Robert Lewandowski anotar su primer gol con la casaca blaugrana y formar una prometedora dupla con Pedri. También observaron el debut del zaguero Jules Koundé, a Raphinha, otra de las nuevas adquisiciones, y a Ousmane Dembélé, que sigue en el equipo y volvió a jugar bien.

En otros partidos de pretemporada, el Barça derrotó al Inter de Miami, al Red Bulls de Nueva York y al Real Madrid, y empató 2-2 con Juventus.

Antes del choque del domingo, la afición blaugrana recibió una buena noticia cuando el presidente del club Joan Laporta dijo que cumplirían con los requisitos de la liga española diseñados para garantizar el juego limpio y podrían inscribir a las nuevas contrataciones dentro de los plazos establecidos.

“Se podrá inscribir a todos los jugadores”, declaró Laporta, despejando los temores de que algunos jugadores podían no ser inscritos hasta que el club se asegurase nuevos ingresos.

Barcelona vendió hace poco el 25% de sus derechos de televisación de los partidos de la liga por los próximos 25 años en casi 670 millones de euros (682,1 millones de dólares), así como el 25% de su centro de producción en 100 millones de euros (101,8 millones de dólares). El domingo jugó su primer partido en el Camp Nou desde que se le cambió el nombre en el marco de un acuerdo publicitario con Spotify.

“El fútbol no espera, no hay temporadas de transición”, declaró Laporta a la prensa. “Hicimos lo que había que hacer para que Barcelona vuelva a ser una referencia. El mundo del fútbol vuelve a mirar al Barça”.

Después de una temporada sin títulos en la que no contó con Lionel Messi por primera vez en casi dos décadas, Laporta no perdió tiempo y recurrió al mercado para reforzar las filas. Trajo a Lewandowski, del Bayern de Múnich, en 50 millones de euros, a Raphinha (Leeds) en casi 60 millones de euros y a Koundé (Sevilla) en casi 50 millones de euros.

También incorporó al volante Franck Kessié y al zaguero central Andreas Christensen, y renovó el contrato de Dembélé, quien se reconcilió con la afición la temporada pasada tras decir que quería irse y demostró que puede ser una pieza importante en el equipo de Xavi.

El poder ofensivo del Barça es fenomenal, ya que también están Ansu Fati, Pierre Emerick Aubameyang, Memphis Depay, Martin Braithwaite y Ferrán Torres. En el medio cuenta con Sergi Busquets, Gavi y Pedri, quien marcó dos goles ante los Pumas tras bonitas habilitaciones de Lewandowski.

“Este Barça da miedo”, dice un titular del diario deportivo Marca del lunes.

Se espera que el Camp Nou registre un lleno completo el sábado, cuando Barcelona debute en la liga 2022/23 ante Rayo Vallecano.