La Selección Nacional de fútbol perdió a uno de sus grandes emblemas. De ahora en adelante, se extrañará la fogosidad, entrega y liderazgo de Alexis Rivera Curet en la cancha con el “Huracán Azul”.

Rivera anunció hoy su retiro de la Selección Nacional mayor de fútbol, equipo al que perteneció por los pasados 17 años. Con 34 años de edad, el aguerrido jugador, que se desempeñaba primordialmente como defensa, le entregó la mitad de su vida a vestir los colores patrios del equipo adulto, con el que disputó numerosos partidos internacionales y amistosos de alto nivel, como el choque contra España en Agosto de 2014.

Por años, fue uno de los emblemas de los Islanders de Puerto Rico, equipo con el cual ganó el campeonato de la Segunda División de Estados Unidos en el 2010.

Ahora, se desempeña como Director de Relaciones con la Comunidad del Puerto Rico FC. Aunque Rivera cuelga las tenis con la Selección y del balompié profesional, adelantó que se mantendrá activo en la liga local.

El futbolista hizo su anuncio a través de una carta, de la cual Primera Hora tuvo copia.

A continuación, una reproducción de la misma:

“Hoy tomo una de las decisiones más tristes que puede existir para un atleta que adora

representar su bandera. Hoy decido retirarme después de 10 temporadas profesionales y cerca

de 17 años perteneciendo a la Selección Nacional Mayor de Puerto Rico, más los procesos de

selecciones juveniles u-17 y u-20. Quiero que sepan que siempre lo hice con el corazón, con

mucho orgullo y lo voy a extrañar demasiado.

Hay muchas personas a las que debo agradecer la bendición de haber tenido la oportunidad de

seguir una carrera profesional. Agradezco primero que todo a Dios. Quiero darle las gracias a

todos los que me ayudaron y facilitaron mi camino durante mi experiencia profesional y de

Selección Nacional: Miguel Furtado, Vitor Hugo Barros y El Dr. Emilio Torres. También quiero

agradecer a quienes me ayudaron en la etapa profesional: Andrés Guillemard, Jorge Pierluisi,

Sao Nieves, mis compañeros de Selección Nacional y mi compañero Marco Vélez. Además, al Dr.

Magdiel Mayol que le dio vida a mi carrera cuando sufrí lesiones que pensé acabarían mis días

como jugador. A los preparadores físicos que me ayudaron en mis recuperaciones, estoy

eternamente agradecido. Por último, pero no menos importante, a mi familia que siempre

estuvo conmigo, apoyándome y dándome la motivación para ser mejor cada día. A mi madre

Ivette Curet, mi pareja Lissenid Martinez, mi tía Tomasa Hill, mi hermano Godwin Rivera y mi

Abuela Zenaida Geigel.

Agradezco a todos los fanáticos que me apoyaron durante mi carrera ya que sin el

reconocimiento de ustedes lo logrado no fuese tan valioso. También al Puerto Rico FC por la

oportunidad de una nueva etapa en el fútbol de Puerto Rico. Hay muchas personas más que no

están en esta carta a las que les agradezco por haber creído en mí y mi carrera en diferentes

momentos. Siempre los llevaré en mi corazón.

Mil gracias y me quedo corto.”