Apenas cinco meses después de asumir la presidencia de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF), Eric Labrador se encuentra en el ojo de un huracán.

Labrador y la FPF cobraron una inesperada relevancia internacional cuando el pasado miércoles, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, reveló que el líder federativo boricua les informó sobre un posible intento de soborno por parte del ex candidato a la presidencia del organismo mundial, Mohammen bin Hamman, y del presidente de la Concacaf y de la Unión Caribeña de Fútbol (CFU), Jack Warner.

“Me siento tranquilo porque creo que se hizo lo que teníamos que hacer. Esto es un asunto del Comité de Ética de la FIFA que ya hizo su planteamiento”, expresó ayer Labrador en entrevista con Primera Hora desde Suiza, sede de las oficinas centrales de la FIFA.

Labrador representó la primera asociación del Caribe que le informó al Comité Ejecutivo de la FIFA del pago de $40,000 en efectivo realizado a los presidentes de la CFU en Trinidad y Tobago el pasado 10 y 11 de mayo luego de un encuentro con Bin Hamman, quien había prometido que, de salir electo presidente de la FIFA, duplicaría las aportaciones de su organismo a los miembros de la CFU.

Sin embargo, Bin Hamman, quien también preside la Confederación Asiática de Fútbol, retiró el pasado fin de semana su candidatura al máximo puesto de FIFA.

Warner y Bin Hamman fueron suspendidos el miércoles.

Labrador defendió ayer su posición de haber recibido originalmente los $40,000 a pesar de que el Código de Ética de la FIFA impide recibir regalos en efectivo.

“Entendí que el dinero lo estaba dando la Confederación de Asia para el desarrollo del fútbol del Caribe y bajo esos términos lo aceptamos”, enfatizó Labrador, quien dijo que el dinero fue entregado por empleados de la CFU y que no tenía conocimiento que era dinero en efectivo hasta que finalmente salió de la sala de entrega.

De igual manera, Labrador expresó que insistió en que una oficial de la CFU le firmara una carta en la que se confirmara que el dinero era para el desarrollo de los programas federativos, la cual fue entregada.

“Si no tengo esa carta, no me traigo ese dinero. No podría explicarlo en Aduana”, sostuvo Labrador.

“Cuando recibí el dinero, lo discutí y lo analicé todo con el secretario general (de la FPF, Frankie Gautier), hasta que decidimos pedir la carta y así se informó al Comité Ejecutivo (de la FPF). El dinero lo entregó gente de CFU y no de Bin Hamman”, enfatizó.

Asimismo, Labrador recalcó que nunca hizo un compromiso de votar por Bin Hamman. “Acepté una aportación, no acepté dinero para votar por nadie”, resaltó.

Una vez en la Isla, Labrador explicó que procedió a depositar el dinero en las cuentas bancarias de la Federación.

“Luego, se empieza a comentar que (Joseph) Blatter (presidente de FIFA) sabía de la reunión (en Trinidad), pero no de la transacción. Ahí me di cuenta de que había algo mal y decidí traer el cheque de $40,000 hecho por la Federación, por si acaso. Luego, las circunstancias que vi aquí en Suiza me llevaron a tomar la decisión de informar”, detalló Labrador, quien no descarta que eventualmente tenga que regresar a Suiza para ser interrogado por FIFA.