Santiago. Con la vuelta de Lionel Messi, el líder de la eliminatoria sudamericana Argentina —que ya clasificó al Mundial 2026— visitará el jueves a un malherido Chile, colista de la tabla y que no se puede dar el lujo de perder ante los actuales campeones del Mundo si quiere seguir soñando con una cada vez más lejana posibilidad de disputar la cita planetaria.

Animados por tres victorias consecutivas y 31 puntos, los argentinos se medirán en el Estadio Nacional de Santiago a Chile, último clasificado con tan solo 10 puntos y que solo logró dos victorias a lo largo de estas eliminatorias, por lo que arriesga perderse la Copa del Mundo por tercera edición consecutiva.

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El capitán argentino regresa a la selección después de siete meses de ausencia. La última vez que jugó con la albiceleste fue en la victoria 1-0 ante Perú, en noviembre pasado, ya que se perdió la doble fecha de marzo debido a una lesión muscular.

Además de los retos que suponen a los rivales su presencia en la cancha, la reincorporación de Messi se traduce también en una inyección de ánimo a sus compañeros de elenco, sobre todo ante las importantes bajas que acometen el combinado argentino.

Ante Chile no podrán jugar por acumulación de tarjetas amarillas el zaguero Nicolás Otamendi y los volantes Enzo Fernández y Leandro Paredes, mientras que el extremo Nicolás González está sancionado por su expulsión ante Uruguay.

El entrenador Lionel Scaloni tampoco podrá contar con Alexis Mac Allister —por lesión— por lo que el mediocampo sigue siendo un enigma. En rueda de prensa el miércoles, Scaloni no confirmó su once titular y dejó todo en el aire, incluso la participación de Messi.

“No tenemos decidido si (Messi) va a jugar de arranque o no. Tengo que hablar con él para saber cómo se encuentra a nivel físico”, dijo. “Estamos en condiciones de probar otras cosas. Está bien, viene de un buen partido. Ya decidiremos”.

Sin embargo, ante las bajas y la comodidad de su posición como líder absoluto, sí adelantó que le dará la oportunidad a los “chicos nuevos” y que “va a haber varios cambios”, en la estrategia de afianzar a los nuevos jugadores que se van sumando.

“Más allá que el resultado siempre es importante, hoy creemos que no es fundamental. Buscaremos que se complementen bien y sumen minutos en la selección”, afirmó.

Scaloni evaluó además que Chile será “un rival difícil”, ya que es una “selección que está necesitada de ganar para tener chance de clasificar”.

Y es que la Roja, en el otro extremo de la tabla y comandada por el también argentino Ricardo Gareca, tiene una misión imposible ante la Albiceleste para seguir con vida de cara al Mundial del 2026, pues debe sumar al menos 10 de 12 los puntos posibles.

A falta de cuatro partidos, hilar victorias este jueves y el siguiente martes acotaría el camino hacia el séptimo puesto, que brinda un cupo para disputar una repesca internacional. Para ello, los chilenos se aferran a la matemática y dependen de tropiezos de otras selecciones, en especial Venezuela - séptima con 15 puntos.

Pero Gareca tendrá una complicada tarea, ya que también sufre importantes pérdidas. El argentino no tendrá disponibles al volante Luciano Cabral, el central Paulo Díaz ni el experimentado centrocampista Charles Aránguiz, habituales en el once inicial y todos lesionados.

Una posible apuesta para reforzar la zona defensiva es que Francisco Sierralta, del Watford inglés, sea la pareja de Guillermo Maripán en el centro de la zaga, lo que supondría el debut de Sierralta como titular desde que el “Tigre” asumió el banquillo de la Roja, a inicios del año pasado.

“No hay mucho margen más que ganar”, sentenció el seleccionador en una conferencia de prensa. “Será un lindo partido para que la gente pueda disfrutar de un espectáculo. Viene el campeón del mundo a nuestra cancha y eso es algo más que motivante”.

Gareca reconoció además que “Argentina sale a ganar en cualquier lugar” y que será un partido “que demanda un gran esfuerzo, independientemente si está Messi o no”.

Así, deberá apostar todas sus fichas en la zona ofensiva y empleará fuerza máxima con una delantera inédita liderada por Alexis Sánchez - goleador histórico de la selección nacional - al lado de Darío Osorio y Lucas Cepeda, mientras que el mediocampo se prevé estará capitaneado por Arturo Vidal, otra leyenda de la generación dorada chilena.