“Vamos, Messi, vamos”, se escuchó el vocerío cuando “La Pulga” se aprestaba a cobrar un penal durante la primera mitad del partido semifinal entre Argentina y Croacia.

Segundos después, los presentes en el restaurante Gauchos, localizado en la avenida Roosevelt, estallaron en júbilo cuando e; “10″ les dio a los argentinos ventaja de 1-0 en el minuto 34.

Fue un augurio de lo que estaba por venir.

Cinco minutos después, Julián Álvarez sumó un segundo gol para Argentina para el 2-0 camino al descanso de medio tiempo. Álvarez logró el doblete para ampliar la ventaja a 3-0 y comenzó la celebración.

Para los últimos minutos del partido, Guillermo Gsottscheider, propietario del establecimiento, se encerró en una pequeña oficina ubicada en la parte de atrás del comedor esperando por silbato final que aseguraba el pase de Argentina a la final por primera vez desde el 2014. Enseguida tomó el celular para llamar a su padre, que está en Buenos Aires.

Guillermo Gsottschneider observa los minutos finales junto a su hija Elena.
Guillermo Gsottschneider observa los minutos finales junto a su hija Elena. (David Villafane/Staff)

Estaba llorando”, compartió el joven restaurador. “Han pasado 36 años desde que Argentina ganó un Mundial y ahora tendremos otra oportunidad de celebrar”.

Gsottscheider es de padre argentino y madre puertorriqueña. Aunque se considera más boricua, confiesa que la pasión hacia el fútbol es comparable a la de su patriarca.

“Mi papa estaba en una casa que tiene en un campo, pero se trasladó a Buenos Aires para disfrutar del ambiente. Son 45 millones de personas detrás del equipo. En Argentina el fútbol es una religión”, afirmó.

Guillermo Gsottscheider confesó que fueron horas de nerviosismo y angustia esperando por el partido contra Croacia, pero al final dejó escapar una sonrisa de satisfacción. Asimismo, anticipó que el juego final será igual.

“En el 2014 se nos escapó de la mano la Copa Mundial. Lo único que puedo pedir es ganar el domingo ya sea contra Francia o Marruecos. Sería una fiesta nacional en Argentina”, concluyó.