Madrid. Con un encuentro que tuvo la apariencia de un videojuego para los espectadores que lo seguían por la televisión, La Liga española se reanudó el jueves, mediante un derbi en que Sevilla derrotó 2-0 a Real Betis.

El duelo entre estos rivales de la misma ciudad, que suele encender pasiones en el sur de España, marcó el regreso de La Liga, tres meses después de que se interrumpió por la pandemia de coronavirus. Fue la segunda de las principales ligas europeas que han retomado la actividad, después de la alemana.

La Liga Premier inglesa y la Serie A italiana harán lo propio la próxima semana.

El fútbol se había reanudado oficialmente en España el miércoles, cuando se completó un encuentro de la segunda división que se había interrumpido en diciembre.

Hubo estrictos parámetros de salud en la reactivación de la máxima categoría. Se pidió que los chicos encargados de recoger los balones los desinfectaran cada vez que éstos abandonaban el campo, y se ordenó a los jugadores guardar una “sana distancia” a la hora de dialogar con el árbitro.

Asimismo, se exhortó a los jugadores a reducir el contacto físico al mínimo posible durante las celebraciones de los goles. Hubo sin embargo bastantes abrazos entre los sevillistas después de que el argentino Lucas Ocampos abrió el marcador a los 56 minutos, de penal.

“Estaba un poco tocado (por una lesión) pero trabajé muy bien para poder llegar”, reveló Ocampos en declaraciones a medios locales. “Todo el equipo estuvo muy bien, supimos sufir y jugar también”.

Lo mismo ocurrió a los 62, luego que el volante Fernando amplió la delantera con un cabezazo.

Luego del encuentro, los jugadores se abrazaron también y festejaron frente al graderío, como si hubiera seguidores presentes.

“No tuve la posibilidad de jugar un derbi con la gente, pero se saben cosas, que es un momento único”, dijo Ocampos. “Se lo dedicamos a ellos (los aficionados) porque no pudieron estar, pero les sentimos presentes. Nos hicieron llegar mucha fuerza. Hay que adaptarse al momento que estamos y hay que seguir”.

No se permitió el ingreso de aficionados en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, con capacidad para 43.000 espectadores. Sin embargo, hubo cánticos y ovaciones grabadas que se incorporaron en la transmisión televisiva internacional, lo mismo que imágenes virtuales de aficionados. Ello dio al partido un efecto acústico similar al que se aprecia en los videojuegos.

Los televidentes en España fueron los únicos con la opción de ver y escuchar las imágenes y el sonido original del estadio vacío.

Y hubo algunas fallas con el sistema. Los aficionados superpuestos desaparecían a veces del graderío o interferían con la imagen principal.

Al comienzo, el sonido virtual pareció más bajo que los cánticos habituales. Sin embargo, el efecto aumentó ligeramente en el complemento y funcionó bien durante los goles.

La Liga ha señalado que el público virtual busca mejorar la experiencia para los aficionados, en momentos en que los partidos se disputan en estadios vacíos.

No se descarta el regreso de espectadores de carne y hueso al graderío hacia el final de la temporada, si es que España continúa levantando gradualmente las restricciones impuestas por la pandemia.

Un “aplauso infinito” resonó a manera de efecto acústico a los 20 minutos, como un homenaje que La Liga rendirá en cada encuentro a quienes han luchado contra la pandemia en España.

Las calles aledañas al Sánchez Pizjuán estaban mayormente vacías. Se colocaron vallas alrededor del estadio para evitar que los aficionados se congregaran.

Más de 600 policías y agentes de seguridad privada laboraron durante el partido.

Antes del cotejo, las pantallas de video en el inmueble mostraron imágenes de seguidores del Sevilla que cantaban el himno del club, una tradición cuando hay público en el estadio. Asimismo, sonaron canciones en los altavoces al concluir el encuentro.

Se guardó un minuto de silencio antes del saque inicial, mientras los jugadores se mantenían de pie en torno del círculo central.

No hubo apretones de manos ni las tradicionales fotos de los equipos antes del encuentro. Sin embargo, los jugadores se alinearon al medio campo, sin mantener la debida distancia.

En las bancas, todos, salvo los entrenadores, debieron usar guantes y mascarillas.

Con la victoria, el Sevilla se mantuvo en el tercer puesto, con 50 puntos, seis menos que el Real Madrid, ubicado en el segundo sitio y que vuelve a la acción el domingo ante el Eibar.

El líder Barcelona, con dos puntos más que el Madrid, reanuda su participación el sábado en Mallorca.

Betis continuó en el duodécimo lugar, con 33 puntos.