Diamante Negro es el rey caribeño
El ejemplar ganó la edición número 46 del Clásico Internacional del Caribe, primera victoria azteca desde 1995.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Ciudad Panamá. El mexicano Diamante Negro confirmó su condición como uno de los favoritos entre lo mejor de la región.
El ejemplar avanzó desde puestos de retaguardia con fuerte atropellada al centro de la pista y se impuso en la edición 46 del Clásico Internacional del Caribe, celebrado ayer en el hipódromo Presidente Remón de Panamá.
Fue la primera victoria para México en el evento desde que el ejemplar Locochón se impuso en la edición de 1995 celebrada en el hipódromo Quinto Centenario, de Santo Domingo, República Dominicana.
Montado por su jinete regular en México, Moisés González, Diamante Negro dominó sobre un grupo de 10 rivales en distancia de 1,800 metros. La prueba, que repartió $300,000 en premios, presentó la participación de los mejores tresañeros de Venezuela, Panamá, Puerto Rico y México.
Al ordenarse la salida, el panameño Tomás Gabriel salió a imponer su velocidad seguido por el mexicano Cráter, el venezolano Good Friend y la panameña Jubilee Queen. Mientras tanto, el eventual ganador quedaba reservado en posiciones de atrás.
La prueba tuvo definición al entrar en los últimos 500 metros, cuando Jubilee Queen hizo su movida entrando en contienda, mientras Tomás Gabriel resistía en el control y el boricua Son De Goma se movía fuerte para unirse a la lucha.
Al entrar a la recta final, Son De Goma parecía tener buenas posibilidades al ubicarse muy cerca de la lucha mientras Tomás Gabriel seguía dominando con Jubilee Queen atacando afuera.
Esa amenaza de Jubilee Queen la llevó a dominar desde que restaban cien metros para el final, pero Diamante Negro se presentó demasiado fuerte por la parte exterior para llegar a tiempo y alzarse con el triunfo, cronometrando 1:54.54 para el recorrido.
Los parciales fueron :24.27, :49.29, 1:14.23 y 1:40.96.
Desde la tercera posición, completaron el orden de llegada Tomás Gabriel (Panamá), Son De Goma (Puerto Rico), Good Friend (Venezuela), Ancrismán (Panamá), Turkoni (Venezuela), Coqueto Del Ocho (Panamá), Diamante Rubio (México), Reddish Thunder (Puerto Rico) y Cráter (México).
El ganador, un hijo del semental Election Day en la yegua Martha’s Gift, fue criado en Rancho Pozo de Luna. Pertenece a la Cuadra Mapa, de Paula Martínez, y es entrenado por Ulises Silva Trejo. Logró su novena victoria en 15 salidas.
“Tratamos de arrancarlo y dejarlo correr a su estilo y ahorrar el mayor terreno que se pudiera. Al final, lo movimos como siempre, por fuera. Y gracias a Dios respondió muy bien”, expresó el jinete ganador.
“En el momento en que entramos a la recta final, lo llevé hacia afuera porque como que él tiene miedo de correr en el grupo. Cuando lo abrí, ahí se comportó muy bien. Dudé un poco en poder alcanzar al puntero, porque no se paraba, pero le echamos muchas ganas”, añadió González.
Mientras, el entrenador Silva Trejo expresó que para este clásico utilizaron una estrategia diferente a la que está acostumbrado su ejemplar en México.
“Tuvimos varios problemas en el transcurso aquí en Panamá, pero gracias a Dios todo salió muy bien. La carrera fue perfecta, como lo hace en México. Allá corre un poco más atrás, pero le comenté al jinete que al nivel del mar los caballos se sienten un poco más ligeros. Salió la estrategia como la teníamos planeada”, explicó el preparador, quien logró su primer triunfo en el clásico.
Por otro lado, el ejemplar Son De Goma entró a la recta final en lucha por la segunda posición y parecía tener posibilidades.
Montado por Luis Hiraldo, el tresañero del establo Quintana, de Edwin Mundo, y entrenado por Máximo Gómez, terminó en la cuarta posición, a siete cuerpos del ganador Diamante Negro.
“Entiendo que el caballo hizo su carrera. Corrió bien. No corrimos con los mismos caballos que estamos acostumbrados en Puerto Rico. Entiendo que hizo su trabajo”, opinó Hiraldo.
“Arrancó bien. En la primera curva, traté de ahorrar lo más que pude. En la recta lejana iba al claro y cómodo. En un momento, llegué a pensar que ganaba. Cuando entramos a los 500 metros hizo su movida. Dimos el máximo y estoy bien contendo con la labor que hicimos”, añadió el destacado jinete, que tuvo ayer su primera experiencia en un Clásico del Caribe.
“Esto es demasiado emocionante. Son pocas las oportunidades que se nos dan a los jinetes de montar en esta carrera y cuando surge hay que aprovecharla. Fue una experiencia bien linda”, opinó.
Por otro lado, José Manuel Rivera, quien montó a Reddish Thunder, que terminó décimo, dijo que el ejemplar tuvo problemas desde antes de arrancar.
“El caballo estaba un poco indócil en el arrancadero. Le pusieron un tortolo y cuando se lo pusieron lo sentí que se durmió un poco. Partió un poco frío, iba como aturdido. En el transcurso de la carrera no sentí que agarró la pista y cuando vi que no tenía nada, lo dejé tranquilo”, señaló el jinete.