Hay dinero más allá de la “monta perdedora”
Analizamos cómo se reparten las ganancias de los jinetes en el hipódromo Camarero

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Parte de la controversia surgida entre los jinetes activos en el hipódromo Camarero y las asociaciones que agrupan a los dueños de caballos en el medio hípico local está relacionada a la compensación que reciben los jinetes por “monta perdedora”.
Esa es la manera en que se identifica el caballo que no llega en las posiciones de la primera a la sexta, que son las conocidas como las que cobran la parte que les corresponde del premio de la carrera.
La distribución del premio se hace entre los primeros seis caballos que crucen la meta y se reparte a base de 58 por ciento al ganador, 20 por ciento al segundo lugar, 10 por ciento al tercero, seis por ciento al cuarto puesto, cuatro por ciento al que finalice quinto y dos por ciento del premio al que llegue sexto.
Los jinetes que monten esos ejemplares reciben el 10 por ciento de la parte que le toca al dueño del caballo. O sea, que de una carrera con premio de $10,000, el dueño del caballo ganador recibe un cheque por $5,800.
De esa cantidad, le toca al jinete ganador unos $580 como ingreso bruto. A ese total se aplican los descuentos correspondientes de seguro social, plan médico y asociación, entre otros, por lo que el neto que recibe el jinete es mucho menos de esa cantidad.
Las asociaciones de jinetes han traído a la discusión pública el asunto del ingreso que reciben por la “monta perdedora” argumentando que es de sólo $20 para aquellos jinetes que finalizan en las posiciones de la séptima en adelante en carreras en las que participan más de seis corredores.
Ese es el ingreso de los jinetes desde hace más de 30 años, y pudiera haber espacio para una revisión buscando atemperarla a los tiempos actuales por el costo de la vida.
Pero, cabe destacar que los ingresos por concepto de apuestas han ido en picada desde hace varios años , por lo que hay quienes entienden que este no es el momento adecuado para traer la discusión de un aumento.
Existe una orden de la Junta Hípica que data del 28 de marzo de 1989, como resultado de una controversia surgida entre la Confederación Hípica De Puerto Rico y la Asociación de Jinetes sobre la distribución del Plan de Retribución Uniforme.
O sea, trata sobre cómo los jinetes reciben su paga por monta. Desde entonces esa orden se ha mantenido vigente. En la misma, la Junta Hípica de entonces presidida por Guillermo Bobonis Díaz, señala una distribución de $20 para los jinetes que participen en carreras con premio de entre $4,400 y $7,000.
“En las carreras con premio de $7,001 a $12,000 y en las que participen cinco o más ejemplares, se pagará $30 a todos los jinetes que participen en la carrera. En las carreras con premio de $12,001 a $20,000 se pagará $40 a los jinetes que participen en la carrera”, señala la orden.
Además, se indica que en las carreras con premio de sobre $20,000 y en las que participen cinco ejemplares o más, “se pagará $75 a todos los jinetes que participen en la carrera”.
Según datos consultados en línea, en Estados Unidos, los jinetes cobran entre $30 y $100 por monta dependiendo del hipódromo y la estructura del premio de las carreras. En eventos de envergadura como el Kentucky Derby y el Breeders’ Cup, en los que los premios son de sobre $1 millón, los jinetes que no lleguen en posiciones remuneradas cobran $500 por monta.
Según ha trascendido, existe apertura para aumentar la compensación a los jinetes por “montas perdedoras”.
Al momento, jinetes y dueños de caballos mantienen una pugna en torno a la paga mínima por monta. Ayer, una vista pautada en el Tribunal Federal fue aplazada para el próximo lunes.