
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Mañana domingo en el hipódromo Camarero se efectuará la novena edición del clásico Battle Morn, que honra a uno de los más destacados sementales que han pasado por la crianza caballar nativa en Puerto Rico.
La prueba será en distancia de 1,200 metros y contará con la participación de ejemplares nativos de tres años y mayores, entre los que sobresalen Fraterno, Gold Gift y Hamam.
Battle Morn era un ejemplar zaino nacido en 1948 hijo de Blenheim II, ganador del Epsom Derby de 1930, en la yegua ganadora del Matron Stakes, Good Morning, por Sir Gallahad II.
Debutó como dosañero en un “allowance” el 22 de mayo de 1950 en el hipódromo Belmont Park, de Nueva York, arribando segundo a medio cuerpo del ganador Air Rocket y montado por Ted Atkinson.
Su primera victoria la consiguió en su segunda salida el 1ro de agosto de ese mismo año, en un evento para “maidens” celebrado en Saratoga, Nueva York y conducido por el famoso jinete Eddie Arcaro.
Poco a poco fue desarrollandose como un buen corredor hasta que finalizó segundo en el Wood Memorial de 1951, montado por Arcaro, quien luego de esa carrera lo condujo en su siguiente compromiso, el cual se produjo en el Kentucky Derby.
En esa prueba Battle Morn fue considerado el favorito, pero no tuvo una salida favorable finalizando sexto a siete cuerpos del ganador Count Turf. Luego su próxima actuación importante en un evento clásico la hizo al arribar tercero en el Belmont Stakes, montado por Atkinson.
Pero,la destacada labor de Battle Morn no se limitó a sus actuaciones en la pista, sino a su valor como reproductor. Luego de su última carrera, el 16 de agosto de 1952 finalizando segundo en un “allowance” en Saratoga, el entonces retirado corredor inició su etapa como semental en el North Cliff Farm, de Virginia donde su servicio costaba $250.
Después de cinco años sirviendo yeguas allí, Battle Morn fue comprado por $3,500 en subasta por el propietario de purasangres puertorriqueño, Jorge Castro, quien llegó a recibir una oferta de $96 mil por el caballo, luego que sus primeros productos comenzaran a destacarse en Estados Unidos.
Luego de gestiones gubernamentales, Castro le vendió a la San Juan Racing Association, entonces empresa operadora del hipódromo El Comandante, los derechos como propietario de Battler Morn por $75 mil, lo que garantizó la permanencia del semental en la Isla.
Inmediatamente, durante la primera mitad de la década de 1960, Battle Morn se hizo sentir en la crianza caballar nativa con productos de la talla de los ganadores clásicos Imperial, Galleguito I., Tabagón, Aluvión, Mayagüez, Sympatica, La Señorita, Cuñadita, San Juan y Valentino, entre otros múltiples ganadores.
Tras pasar un período de infertilidad, Battle Morn tuvo una última cosecha de la que resultó el ganador clásico Valentino y los ganadores La Pili y El Símbolo hasta que murió en la finca de Castro en 1970.
Battle Morn fue exaltado al Salón de la Fama del Hipismo Puertorriqueño en 1985.
El historiador Jorge Colón Delgado y el entrenador Junior Vélez colaboraron con esta historia.