CANÓVANAS. Pareció como si Irad y José Luis Ortiz no se hubiesen ido de Camarero a montar en el exterior, lo que hacen desde el 2010.

Algunos fanáticos, de hecho, hubiesen querido que no se volvieran a ir.

“Ahora hay que esperar un año para volverlos a ver”, lamentó un fanático luego de ver a Irad ganar la cuarta carrera de la tanda de ayer sobre Entérate.

Los hermanos jinetes egresado de la vocacional hípica, que tiene sede en las instalaciones de Camarero, pasaron una tarde de su día sin carreras en Estados Unidos compartiendo con los hípicos y haciendo montas para la fanaticada que llenó el limitado espacio de gradería que el huracán María dejó habilitado para Camarero.

Su ingreso al jockey room de Camarero temprano en la tarde fue como si hubiesen estado allí con regularidad. Los hermanos vienen a Camarero a montar una vez al año, como mucho, porque dijeron que su calendario en Estados Unidos conflige con el de Puerto Rico.

“Esto es lo que a mí me gusta. Este es mi ambiente”, dijo Irad, quien es conocido también por sus visitas las cuadras de caballos de los hipódromos.

Como cualquier hijos de pueblo, tomaron sus encasillados en el jockey room y dejaron sus pertenencias para comenzar a prepararse para las carreras que culminaron con el Clásico Día de Reyes. Compartieron con jinetes locales como el aprendiz Ángel Díaz, Jorge Robles, Nicky Figueroa, Joshua Navarro, entre otros de los veinte y tantos jinetes que componen la colonia de jockey de Camarero.

Posteriormente llegó al jockey room Juan Carlos Díaz, el principal jinete de Camarero por los pasados 20 años.

Los destacados jinetes hicieron una aparición en el Día de Reyes en el Hipódromo Camarero, y allí mostraron que son genuinos y que nunca olvidan sus raíces.

“Esta es mi casa. Cuando vengo aquí me siento súper bien con todos los muchachos, con todos los aprendices nuevos. Voy a tratar de ayudarlos lo más que pueda. Si veo algo los ayudo. Estoy aquí también con Juan Carlos, que yo fui su valet (preparador del equipo de montar) cuando yo estaba en la vocacional. Todos los muchachos de aquí con los que he compartido en Estados Unidos son como hermanos míos. Estamos más tiempo en jockey room que la casa de nosotros. Estar en el jockey room de Camarero me pone bien contento”, dijo José Luis.

En el camino al jockey room, los hermanos se encontraron a dos figuras que le dieron forma, el narrador Norman H. Dávila, y la maestra de la vocacional hípica, Emilia Salinas. Fue un encuentro casual con dos figuras muy conocidas en Camarero.

Los abrazos para Dávila y Salinas fueron múltiples por los hermanos. A Dávila los hermanos le mostraron un respeto infinito y la descripción como “El Mejor” en su negocio. Dávila, humilde, le devolvió el favor.

“Me alegra el respeto, pero es al revés más que nada”, dijo Dávila.

Para Salinas hubo mucho amor, como que marcó la vida de sus estudiantes, que no se olvida de la educación y disciplina que su maestra le dio.

“Ella me dijo: ‘tú vas a ser grande’, cuando estaba en la vocacional. No sé. Parece que me vio algo en las manos”, dijo Irad.

Tras su salida de la vocacional, los hermanos nacidos y criados en el barrio La Gloria, de Trujillo Alto, se han convertido en estrellas de la hípica de Estados Unidos. Entre los dos suman dos premios Eclipse consecutivos. Irad, muy posiblemente, ganará su segundo Eclipse corrido este 23 de enero, cuando se anuncien los ganadores en Miami.

Ayer, para finalizar un día especial, Irad ganó el Clásico de Reyes a bordo de Ausencia, que es entrenada por Elmer Betancourt y propiedad de Ervin Rodríguez, quien también es el presidente de hipódromo Camarero.

También logró un primer lugar en la cuarta carrera y un segundo puesto en la sexta carrera a bordo de City Gold, quien fue vencida en la recta final por G Zap, conducida por el principal jinete de Camarero, Juan Carlos Díaz.

Irad, quien había dicho temprano en el día que montar en Camarero es especial porque significa ganar para su gente, dijo al final del día se va de Puerto Rico complacido.

“Qué más pudo pedir. Gané dos carreras frente al público que me apoyo, incluyendo el Clásico. Estoy agradecido”, dijo Irad.

Los hermanos anticiparon ayer que  podrían regresar a Puerto Rico en diciembre, para montar en  la Serie Hípica del Caribe que vuelve a la Isla.