RÍO GRANDE. Rafael Campos fue el principal portavoz entre sus colegas en el circuito de la Professional Golf Association con el fin de motivarlos para que participen del Puerto Rico Open luego de una forzosa pausa por el paso del huracán María en septiembre de 2017.

El puertorriqueño llevó el mensaje recalcando que las condiciones son idóneas para la celebración del principal torneo de golf en la Isla, que este año celebra su décima edición en Coco Beach de Río Grande. Sus compañeros respondieron al llamado y 132 estarán activos entre hoy y el domingo. 

“Lo primordial es que la gente sepa que en Puerto Rico estamos bien. La visión de los profesionales y de los estadounidenses que trabajan conmigo es que me preguntan cómo están las cosas y si vale la pena venir. Hay que promover la isla y el golf. No les digo que está mal, porque no lo está”, compartió Campos después de concluir una clínica con unos 100 jóvenes acompañado de Iván “Pudge” Rodríguez.

Durante la semana, Campos será el anfitrión del evento y aprovechará para resaltar entre lo demás golfistas las áreas que han regresado a la normalidad.

Sin embargo, siente el deseo de jugar bien en el torneo.

“La presión la sentiré cuando salga a jugar la primera ronda, pero solamente al principio por los nervios. Entiendo mi rol, lo que debo hacer, que es promover el turismo y el golf en Puerto Rico. Que juegue bien o mal no importa. Claro, quiero jugar bien, estoy preparado, he estado jugando buen golf, pero no siento la presión. La clave es promover lo más posible, motivar lo más posible y ayudar a todos lo que quieran aprender de golf”, dijo Campos.