Era el segundo round y el reloj marcaba que restaban 1:38 cuando el español José María Quevedo quedó noqueado en medio de un combate de kickboxing en Francia.

El francés Hakim Ketaieb le dio derechazo en el rostro de su rival, quien quedó sobre las sogas para luego caer al suelo.

Ocho segundos más tardes, Quevedo se levantó desorientado. Salió del ring y comenzó a levantar los puños, celebrando como si hubiera ganado el combate.

Sin embargo, su confusión era tal que comenzó a caminar hacia el lado contrario del ring, hasta que una persona lo alcanzó, lo tomó por la cintura y le orientó el camino. A pesar de todo, el atleta seguía celebrando.

Cuando regresó al cuadrilátero, el árbitro anunció que la pelea había culminado y que Ketaieb era el ganador.