Dorado. La muerte del surfista Sion Milosky en el 2011 levantó una bandera roja sobre los escasos conocimientos sobre los métodos de seguridad, rescate y el uso de salvavidas entre los que practican los deportes extremos.

Por ello, surgió el Grupo de Evaluación de Riesgo de Olas Grandes (BWRAG, pos sus siglas en inglés), dedicado a ofrecer los adiestramientos para aquellos que practican el surf u otros deportes acuáticos en zonas de alto riesgo. Durante dos días, un puñado de amantes del mar estuvieron reunidos en Dorado Beach participando de cursos teóricos y prácticos vitales que, algún día, podrían ser requeridos para salvar una vida.

“El seminario se trata de manejo de riesgo en el océano. Lo implementamos con varias teorías, pero también educamos con CPR (resucitación cardiopulmonar) y todo el equipo de primeros auxilios que existe”, explicó Otto Flores.

“El grupo surgió por la muerte de Milosky y su comunidad de integró para mitigar y minimizar esos riesgos para evitar que sigan muriendo personas”, agregó.

Milosky falleció ahogado en la playa Mavericks en California. Para entonces eran mínimos los conocimientos de seguridad, rescate y sobre el uso adecuado los chalecos salvavidas. El curso de dos días contó con 60 participantes.

Pat Chong Tim imparte una parte del taller en Dorado.
Pat Chong Tim imparte una parte del taller en Dorado. (David Villafane/Staff)

“No está dedicado solamente para los surfistas de olas grandes, también para personas que hacen las distintas modalidades en el océano, específicamente para una mamá o una esposa que están en la playa con personas que hacen los deportes extremos. Obviamente, el propósito es expandir los conocimientos de los surfistas porque como en Puerto Rico no hay un sistemas de salvavidas, tenemos que protegernos”, sostuvo.

Entre los temas discutidos con los participantes sobresalieron el rescate de víctimas conscientes e inconscientes usando motoras acuáticas. También rescates en tablas de surf, extracción de víctimas con lesión espinal y análisis de rompimiento de olas, entre otros. Además, realizaron unas sesiones prácticas en las costas de Dorado encabezados por el instructor Pat Chong Tim.

“De un día para otros, se ha visto el cambio. Por la cantidad de información que reciben, es notable desde el primer día cómo han mitigado los riesgos. Nuestro propósito es educar a la comunidad y minimizar los riesgos que existen cuando salimos al océano. No queremos que se termine aquí, sino que cada uno de los participantes vaya a su respectiva comunidad y enseñe lo aprendido”, concluyó Flores.