Adriana Díaz dijo que conocía de antemano que la reválida del título de la Copa Panamericana de Tenis de mesa sería más complicada que lo que fue ganar la primera al año pasado.

“Soy sincera: estaba apretado este año. Estaban jugando súper bien todas las jugadoras. Es difícil cumplir las expectativas. Uno dice: ‘gané el año pasado, tengo que ganar obligado este año’. Eso pasa por tu cabeza. Simplemente no me puse presión. Me decían: ‘Si no ganas, no importa. Lo seguimos’. Y eso me ayudó a estar relajada”, dijo Díaz.

Díaz revalidó como campeona en la noche del domingo al vencer por 4-2 a la estadounidense Lily Zhang. Zhang, 28va clasificada del mundo, le había ganado a Díaz, la número 20, en los últimos dos encuentros en que se habían enfrentado.

La utuadeña dijo que el dominio suyo en los primeros dos sets y medio tuvo que ver con que Zhang no se sintió cómoda en el coliseo Mario ‘Quijote’ Morales, en donde más de 4,000 fanáticos apoyaron a la boricua desde el saque.

Soy sincera: estaba apretado este año. Estaban jugando súper bien todas las jugadoras. Es difícil cumplir las expectativas. Uno dice: ‘gané el año pasado, tengo que ganar obligado este año’

-Adriana Díaz

“Ella estuvo nerviosa los primeros tres sets. No es la Lily que conozco. Estaba perdiendo puntos básicos. Creo que el publico fue un factor", dijo Díaz.

Zhang comenzó a mejorar su juego al final del tercer set. Y sacó en cuatro y quinto parcial, los que la boricua estuvo ganando 7-6 y 8-7, respectivamente.

La boricua dijo que quiso acabar los puntos lo más rápido posible por estrategia. Explicó que un fuerte de Zhang es pasar pelotas por largos periodos y ganar los puntos largos.

Adriana Díaz saluda al público al momento en que iba a ser premiada.
Adriana Díaz saluda al público al momento en que iba a ser premiada. (Juan Luis Martínez Pérez)

“La estrategía era no quedarme con ella mucho tiempo. Ella puede pasar 100 pelotas. Mi papá (el entrenador Bladimir Díaz) me decía que atacara fuerte porque ella tiene buena colocación y buena resistencia. No me convenía quedarme con ella. Cuando se puso 3-2, me puse un poco nerviosa y lo que intenté fue sacar todas las fuerzas y eso hice″, destacó.

Esa estrategia la mantuvo en el sexto set, cuando la estadounidense buscaba el empate. Díaz dijo que cree que Zhang entró en nervios nuevamente cuando tuvo el partido para forzar el séptimo y final set.

“Ella logró mantenerme ahí y eso me incomodó. Pero creo que ella se puso un poco más nervioso y ahí pude acabar el partido", dijo Díaz.

El sexto set estuvo empate a 8-8. Díaz llegó a la meta con tres puntos corridos, concluyendo con una devolución que Zhang dejó en la red.

Díaz reconoció que, pese a la estrategia de no ponerse presión, sí se puso nerviosa cuando Zhang se acercó 3-2 en el partido y amenazaba con forzar a Díaz a un séptimo y decisivo set, como le ocurrió en la semifinal de este domingo.

Adriana tuvo que meter sus fuerzas para salir airosa.
Adriana tuvo que meter sus fuerzas para salir airosa. (Juan Luis Martínez Pérez)

Entre el quinto y el sexto set, el entrenador Díaz dijo que calmó a su jugadora demostrándole confianza.

“En adición a pensamientos, lo que le demostré fueron gestos. A veces, diciendo poco dices más. Cuando ella venía (al banco) trataba de demostrar una conducta relajada. Ella se sentó al lado mío y le tiré el brazo como si estuviésemos en el banco de casa, sin meterle presión extra. Y le dije que continuara jugando como lo había hecho hasta el momento que al final íbamos a capturar la victoria", dijo el entrenador.

Díaz, quien le dedicó la victoria a Puerto Rico y las víctimas del sur, dijo que su hija se benefició del trabajo físico que hizo desde diciembre, el que incluyó unas sesiones de entrenamientos con el excampeón mundial, Miguel Cotto, en el gimnasio de éste en Caguas.

Las tres medallista posan para un selfie tras la premiación.
Las tres medallista posan para un selfie tras la premiación. (Juan Luis Martínez Pérez)

La jugadora, así como su hermana Melanie, viajan este lunes a Europa, en donde jugarán torneos en Portugal y Hungría. Viajarán entre febrero y marzo a Corea para entrenar y jugarán a fin del mes el Campeonato Mundial por equipos. Allí se les unirá Daniely Ríos.

Las hermanas y Ríos regresarán a Puerto Rico en abril.