Ha transcurrido un año desde que Mónica Puig Marchán aseguró un lugar en la historia del deporte puertorriqueño, pero la tenista todavía se encuentra en una nube.

El 13 de agosto de 2016, la joven se convirtió en la primera atleta hombre o mujer en ganar una medalla de oro representando a Puerto Rico en unos Juegos Olímpicos. Pocos –por no decir nadie– le daban oportunidades reales a Puig de disputar una presea considerando que el torneo que se llevó a cabo en Río de Janeiro, Brasil, contaba con un sinúmero de las mejores tenistas del mundo incluyendo a la entonces número uno del mundo, Serena Williams.

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Sin embargo, Puig poco a poco fue avanzando, dejando en el camino a Polona Hercog, Anastasia Pavlyuchenkova y a Garbiñe Muguruza para entrar a los cuartos de final. 

Puig no se tuvo que esforzar ante la alemana Laura Siegmund (6-1, 6-1) para adelantar a semifinales donde encontró a Petra Kvitova, dos veces ganadora de Wimbledon. Eso no intimidó a la boricua y ganó 6-4, 1-6, 6-3 para asegurar, el menos, la medalla de plata.

La final fue ante la alemana Angelique Kerber, quien en aquel entonces ocupaba el segundo puesto en las clasificaciones de la Asociación de tenis Femenino (WTA, por sus siglas en inglés). El día del partido, la Isla se paralizó, algo que no ocurría desde los días de las peleas de Félix “Tito” Trinidad.

Puig dominó el primer parcial 6-4, pero Kerber ganó el segundo con el mismo marcador para igualar el encuentro. Sin embargo, la boricua lucía determinada y no iba a dejar escapar la presea. En el tercer set, Puig simplemente no le permitió oportunidades a Kerber para dominarla por 6-1. 

Por primera vez, la Borinqueña se escuchó en una competencia olímpica. Fue la culminación de un sueño que parecía irreal y, a su vez, el inició de una etapa en la carrera que Puig gracias a que adquirió notoriedad mundial. A un año de recibir la medalla de oro, Puig compartió con Primera Hora sus impresiones sobre el momento que marcó su vida.

¿Sientes que el tiempo pasó rápido?

“Así se siente. Es asombroso lo rápido que ha pasado, es como si hubiese ocurrido ayer. Normalmente un año es largo, pero cuando lo pienso siento que fue corto”. 

¿Se hace difícil creer que ya transcurrió un año?

“Todavía recuerdo cada detalle, día, minutos de los Juegos Olímpicos y de lo que ocurrió, así que no se siente como un año”. 

¿Parece que fue ayer? 

“Sí. Como dije, cada recuerdo está fresco en mi mente, la experiencia, los sonidos, los aromas y el sentimiento. Lo tengo todo todavía y eso hace que se sienta como si hubiese ocurrido ayer”. 

¿Cuántas veces has visto el juego o el punto final y la ceremonia de la medalla?

“Unas cuantas veces. Es un momento tan especial y un logro para Puerto Rico. Uso de motivación cada vez que veo el punto final, la ceremonia o cualquier detalle en general”. 

¿Todavía te pones sentimental? 

“Es difícil no hacerlo”. 

¿Tienes un estimado de cuántas personas han solicitado tomarse una foto contigo junto con la medalla de oro? 

“Diantre, demasiadas para contar. Definitivo que han sido muchas”.

¿Cómo piensas conmemorar el día?

“Estaré en jugando en Cincinnati, así que sin dudas recordaré el momento y disfrutaré el sentimiento, pero tendré un juego ese día por lo que me concentraré en hacer el trabajo como de costumbre”.

La Ruta al Oro de Mónica Puig

La tenista Mónica Puig clasificó a Río 2016 por haber estado entre las mejores 50 tenistas del mundo en el ranking de la WTA. A continuación la ruta que le llevó al oro.

En primera ronda derrotó por 2-0 (6-3 y 6-2) a la eslovena Polona Hercog, clasificada 99 en el mundo.

 En la ronda de los mejores 32 se llevó a la rusa y número 19 del mundo, Anastassia Pavlyuchenkova, por 2-0 (6-3 y 6-2).

 En octavos de final triunfó sobre la número cuatro del mundo, la española-venezolana Garbiñe Muguruza, venciéndola por final 6-1 y 6-1.

 En cuartos de final superó a la alemana Laura Siegmund, 32 del mundo, por 2-0 (6-1 y 6-1).

 En la semifinal del campeonato derrotó a otra grande, a la checa Petra Kvitova, quien entró clasificada 14 en el mundo, venciéndola por 6-4, 1-6 y 6-3 para asegurar la medalla de plata, la que en el momento fue la primera medalla de la historia asegurada por una mujer en la historia del olimpismo boricua.

 En la final superó a la alemana Angelique Kerber, entonces segunda clasificada en el mundo, venciéndola por final 6-4, 4-6 y 6-1 para conquistar la primera medalla de oro de Puerto Rico en su historial olímpico.