La cifra de contagios al virus COVID-19 entre jinetes y otro personal que labora en el Hipódromo Camarero continúa en ascenso.

La administración del hipódromo reconoció que cuatro jinetes y tres empleados dieron positivo al coronavirus en unas pruebas realizadas esta semana que se unen a los previamente reportados. Además, un trabajador que tuvo COVID-19 falleció el pasado julio.

“Como parte de las estrictas medidas del protocolo para el COVID- 19 establecido en el Hipódromo Camarero, se realizan pruebas serológicas semanales a los jinetes y empleados. Esta semana las pruebas se realizaron el martes y el laboratorio confirmó que cuatro jinetes y tres empleados dieron positivo. De inmediato se activó el protocolo para cerrar las áreas, limpiar y desinfectar. A las personas que dieron positivo se les indicó que deben consultar con sus médicos y recluirse en aislamiento en sus casas”, se indicó mediante una comunicación escrita.

“No obstante, debido a que las pruebas serológicas no son las más fidedignas, Hipódromo Camarero está realizando esfuerzos para lograr obtener las moleculares para discernir, sin lugar a dudas, si dichas personas, en efecto, son positivas al COVID-19”, agrega el escrito.

Por el momento, los programas de carreras hípicas continuarán con normalidad los miércoles, jueves, viernes y sábados.

“Se ha contratado a una compañía para desinfectar las áreas semanalmente. A pesar de que la orden ejecutiva lo permite, no se está recibiendo público. Se habilitó un área al aire libre para que los jinetes no tengan acceso al cuarto de jinetes y se está exigiendo el uso de las mascarillas en todo momento excepto cuando estén a una distancia segura se las quitan antes de que comience la carrera”, explicó María Mari, gerente de Camarero Racetrack Inc.

“Estamos tomando todas las medidas y somos consciente de la situación”, agregó.

Sin embargo, un sector del deporte hípico reclama que la cantidad de casos confirmados amerita que se considere el cierre temporero del hipódromo.

“No estamos conforme con el proceso que se está llevando a cabo”, reaccionó Axel Vizcarra, presidente de la Confederación de Jinetes. “Lo que corresponde es un “lockdown” para controlar el brote. Los números y la evidencia científica así lo indican”.

Vizcarra sostuvo que ha notificado por escrito a la Comisión de Juegos la preocupación latente entre los jinetes, pero afirmó que no ha recibido una contestación.

“Les he advertido y conocen el protocolo del Departamento de Salud. Lo que pasa es que son temerarios sin considerar la salud de los jinetes, sus familias y los trabajadores. Alegadamente, Camarero ordenó las pruebas ante la presión que ha estado sintiendo y el reclamo de los jinetes. No le costó otro remedio que hacerlas, pero los ‘rapid tests’ no son confiables. Las hicieron para poner un parcho ante la opinión pública”, señaló Vizcarra.

La Asociación de Jinetes no ofreció una reacción sobre la situación cuando fue contactada.

“Mis abogados dieron instrucciones de que no podía hablar con nadie”, respondió Alberto Ojeda, quien preside dicho grupo.