Tokio. La decisión sobre desviar el recorrido de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Tokio a mediados de este mes para evitar la ciudad de Osaka no ha sido tomada, indicó la presidenta del comité organizador de los Juegos el viernes.

“Lo estamos discutiendo con el gobierno de la prefectura de Osaka así como con el comité ejecutivo a fin de llegar a una conclusión tan pronto como nos sea posible”, declaró Seiko Hashimoto en una sesión informativa en línea.

El alcalde de Osaka y el gobernador de la prefectura señalaron el jueves que deseaban la cancelación del paso de la antorcha olímpica por la ciudad programado para el 14 de abril debido a un repunte de contagios de COVID-19.

El relevo de la antorcha comenzó el 25 de marzo en Fukushima, prefectura en el noreste de Japón y recorre el país con 10,000 participantes. Se espera que culmine el 23 de julio en la ceremonia de inauguración.

Los organizadores del relevo han pedido a la gente que respete la distancia social, use mascarillas y se abstenga de gritar al paso de los corredores. Han dicho que cancelarán o desviar tramos en caso de necesidad.

El recorrido representa una prueba para ver si los organizadores son capaces de realizar exitosamente un evento de gran escala durante la pandemia de coronavirus. Cualquier error generará más dudas sobre los riesgos de llevar a cabo unos Juegos Olímpicos y Paralímpicos que implican la llegada de 15,400 deportistas a Japón, al igual que decenas de miles de funcionarios, jueces, entrenadores y representantes de los medios de comunicación.

Los organizadores anunciaron el mes pasado que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos no contarán con aficionados provenientes del extranjero.

Hashimoto ha dicho repetidamente que una decisión será anunciada este mes sobre las capacidades máximas en sedes al aire libre y en recintos cerrados. El viernes, dio a entender que esa decisión podría retrasarse.

“Durante el mes de abril podrían cambiar algunas circunstancias”, advirtió. “Pero quisiéramos contar con una dirección en términos generales a lo largo de este mes. Sin embargo, por ahora no puedo decir en qué momento podríamos ser capaces de decidir esa dirección. Justo ahora estamos en medio de las discusiones”.

Los organizadores esperan llenar las sedes lo más posible con aficionados locales. Habían presupuestado $800 millones de ingresos por la venta de boletos, pero se quedarán cortos por millones debido a la ausencia de aficionados del extranjero.

Cualquier déficit deberá ser cubierto por las entidades del gobierno japonés. El costo oficial de los Juegos Olímpicos es de $15,400 millones, pero varias auditorías gubernamentales sugieren que podría ser hasta del doble. Todo -excepto $6,700 millones- proviene del erario.

Hashimoto dijo que los organizadores presentaron una “protesta” contra la revista semanal Shukan Bunshun, que publicó 280 páginas de documentos filtrados esta semana sobre la planeación de las ceremonias de inauguración y clausura.

Osaka, la vecina Hyogo y Miyagi en el norte del país han registrado fuertes aumentos de los casos diarios desde principios de marzo, poco después de que Japón mitigó un estado de emergencia parcial y no vinculante que comenzó en enero. El 21 de marzo se levantó el estado de emergencia en Tokio, anulando las medidas que apuntaban a frenar la transmisión del coronavirus y aliviar la presión sobre las instalaciones médicas que tratan a enfermos de COVID-19.

Los expertos han expresado preocupación por el pico en Osaka — con muchos casos vinculados con nuevas variantes británicas del virus — y el peso que significa para la salud pública.