El abogado del Gobierno de Australia recordó este domingo que el tenista serbio Novak Djokovic tiene “una historia reciente” de haber ignorado las medidas impuestas por el COVID-19 durante su alegato en la vista virtual que aborda el pleno del Tribunal Federal Australiano sobre la deportación del jugador.

“Incluso cuando estaba infectado fue a una entrevista y sesión fotográfica que incluyó sacarse la mascarilla”, dijo Stephen Lloyd, quien representa al ministro de Inmigración, Alex Hawke, en este proceso, al referirse a la admisión de Djokovic de que acudió a una entrevista con el medio francés L’Equipe en Belgrado el 18 de diciembre sabiendo que estaba contagiado con coronavirus.

En la vista virtual, que se retransmite en directo por YouTube, se analiza el recurso del tenista contra la decisión del pasado viernes del ministro australiano de Inmigración, Alex Hawke, de cancelar por segunda vez el visado del número uno.

Hawke justificó su decisión por una “amenaza a la salud y al orden público” ya que su presencia podía avivar el “sentimiento antivacunas”, por lo que su abogado insistió hoy en que Djokovic podría “alentar a la gente a emularlo” en la violación de las medidas contra el COVID-19.

El abogado del ministro de Inmigración insistió hoy en que la presencia del tenista podría “alentar a la gente a emularlo” en la violación de las medidas contra el virus.

“Sus conexiones con la causa, lo quiera o no, aún están presentes y su presencia en Australia supone un riesgo abrumador”, precisó el abogado de Hawke, antes del receso del medio día en esta vista que se espera emita una decisión antes del inicio del Abierto de Australia, que se celebra entre el 17 y el 30 de enero.

Más temprano, Nicholas Wood, abogado del tenista serbio de 34 años, quien no está vacunado, insistió en que el ministro no sopesó adecuadamente el impacto de la decisión de deportarlo en los activistas antivacunas, al considerar que la razón para cancelarle el visado es “ilógica” e “irracional”.

Asimismo, Wood apuntó que el ministro de Inmigración no tiene suficientes evidencias para demostrar que la presencia de Djokovic, quien busca su décimo título en el Abierto de Australia y así convertirse en el tenista más galardonado de la historia con 21 Grand Slams, puede avivar el sentimiento antivacunas.

Wood subrayó que la “única evidencia” que podría conectar a Djokovic con las protestas de los antivacunas sea un artículo del medio británico BBC sobre el enfado entre los activistas antivacunas por las medidas del Gobierno australiano de cancelarle su visado.

“Ni una sola línea de evidencia en el material presentado ante el ministro proporcionó algún fundamento específico, lógico o probatorio para la proposición de que la mera presencia del propio Djokovic -no la cancelación de su visado y su expulsión- pueda fomentar de algún modo el sentimiento antivacunación”, arremetió el letrado.

Djokovic viajó el 5 de enero a Melbourne con una exención médica por no estar vacunado, al haber estado contagiado recientemente, aunque a su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron hasta su liberación el lunes por una orden judicial al considerar que no fue tratado con “equidad”.