Brasil está exaltado hoy y no es por las Olimpiadas
Los cariocas están dejando sentir en las calles su malestar con la política del país.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Río de Janeiro, Brasil. - ¡Fuera Temer! ¡Fuera Temer!
Ese es el estribillo que más se escucha hoy en las calles de Brasil, donde en lugar de sentirse una emoción por estar a horas de celebrar la inauguración de los Juegos Olímpicos Río 2016, la población ha preferido utilizar el escenario como uno para expresar su descontento con la situación política y social que vive el País.
Temer es el apellido del presidente interino de Brasil, Michael Temer, quien asumió la dirección del país en medio de un confuso proceso que acusa a la presidenta Dilma Rousseff de supuestamente haber cometido unos crímenes de responsabilidad por haber violado normas fiscales cuadrando el presupuesto con iniciativas que ahora son cuestionadas pero que no son identificadas directamente como corrupción. El juicio político al que ha sido sometida le ha impuesto una suspensión de su cargo por 180 días.
Sin embargo, Rousseff ha denunciado que la movida ha sido un golpe de estado disfrazado de democracia y al parecer, por lo que se percibe en las calles, el sentir en el pueblo es ese mismo.
“Hay mucho descontento. Y ya existía la molestia por el asunto de los Juegos y las carencias que han provocado”, dijo un ciudadano que conversó con este medio anoche en medio de la actividad que precedía la llegada de la antorcha olímpica al sector Copacabana en ruta a su llegada esta noche al Estadio Maracaná para encender el pebetero olímpico en la ceremonia inaugural de los Juegos.
Tan grande es el sentir de la molestia que hay en Río que la atleta que portaba la antorcha era fuertemente custodiada por cerca de 50 oficiales de la Unidad de Choque de la Polícía de Brasil. Frente a la corredora iban unos vehículos de auspiciadores dirigiendo la ruta con música y repartiendo productos, pero antes que ellos iban escuadrones del ejército de Brasil, y también en la parte posterior de la caravana, listos para lanzarse a la calle a romper cualquier motín que se formara si fuera necesario.
Mientras, durante toda la mañana y tarde de hoy se ha escuchado el mismo mensaje en el Metro, la calle y los centros públicos.
Por suerte, en el sector Maracaná donde se realizará la inauguración la cosa se ve más tranquila toda vez que se ha formado un perímetro amplio alrededor del estadio al que no hay acceso en vehículos ni taxis. Y si la hubiera, el perímetro tiene a oficiales del ejército armados y en grupos de 10 a 15 personas, fuertemente armador casa 500 metros aproximadamente, así como unidades de apoyo en todas las vías de acceso al área. En el sector, por su parte, todo negocio permanece cerrado hoy y alrededor del complejo del estadio hay verjas y guardias controlando todo el acceso al recinto. Cada visitante, de hecho, tiene que mostrar mochilas y credenciales o taquillas de acceso a la ceremonia para poder tener acceso a un perímetro más cercano a la sede.