La velocista y campeona olímpica estadounidense Tori Bowie, encontrada muerta el pasado 2 de mayo, falleció debido a complicaciones del parto según un informe de la autopsia obtenido según reportado por varios medios.

Bowie, excampeona mundial de los 100 metros y tres veces medallista olímpica, fue hallada muerta cuando la Policía realizó una visita para constatar su bienestar.

Una joven de 32 años, con un embarazo de ocho meses, al parecer Bowie entró en un proceso de parto activo en su casa y no tuvo tiempo para solicitar ayuda al aparentemente sufrir complicaciones de dificultad respiratoria y eclampsia, según el informe de la autopsia de la Oficina del Médico Forense del Condado de Orange en Florida.

Según la Oficina del Sheriff del Condado de Orange, los agentes respondieron a principios de mayo a una casa en el área “para un control de bienestar de una mujer de unos 30 años de la que no se había visto ni oído hablar en varios días”. Más tarde fue identificada como Frentorish “Tori” Bowie.

Los informes de toxicología arrojaron resultados negativos e incluyeron trastorno bipolar en su historial médico.

Bowie creció en Mississippi después de ser acogida por su abuela cuando era un bebé. Se consideraba una jugadora de baloncesto y solo se presentó a regañadientes a la pista cuando era adolescente, donde se convirtió en una velocista élite y saltadora de longitud. Estudio en la Universidad de Southern Mississippi, donde arrasó en los campeonatos de salto de longitud de la NCAA en los eventos bajo techo y al aire libre en 2011.

Bowie ganó sus tres medallas olímpicas en los Juegos Olímpicos Río 2016. Allí ganó una presea de plata en los 100 metros, un bronce en los 200 metros y corrió la etapa principal del equipo de 4x100 con Tianna Bartoletta, Allyson Felix e English Gardner para llevarse el oro.

Un año después, ganó los 100 metros en el campeonato mundial de 2017 en Londres. También ayudó al equipo de 4x100 a obtener el oro.