Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Caster Semenya está registrada para competir en el Mundial de Atletismo de la próxima semana en Eugene, Oregon, lo que podría preparar un regreso sorpresa a los grandes escenarios para la dos veces campeona olímpica, que sigue vetada de su carrera favorita y que sigue en el centro de uno de los temas más polémicos del deporte.

Ese tema, si se debe permitir que las mujeres con condiciones intersexuales compitan en eventos femeninos, ha vuelto a surgir en las últimas semanas, pero estará en el centro en Hayward Field, el hogar espiritual del atletismo de Estados Unidos, si Semenya corre.

Semenya fue inscrita el viernes para los 5,000 metros femeninos, un evento al que recurrió después de que se le prohibiera participar en su prueba preferida de 800 metros, debido a las regulaciones que afectan a las mujeres con condiciones que causan niveles elevados de testosterona natural.

La inclusión de Semenya en una lista de competidoras para Eugene publicada por World Athletics fue inesperada luego de que no lograra el tiempo de clasificación para los 5,000 y no fuese incluida en el equipo de Sudáfrica para el Mundial, anunciado esta semana.

No se espera que Semenya, de 31 años, gane una medalla en los 5,000 metros, ya que su mejor marca personal en la carrera de larga distancia está muy lejos de las de las principales corredoras del mundo. Pero su presencia será suficiente para despertar más intriga.

NBC informó que Semenya subió en la lista para el Mundial luego de que algunas corredoras de mayor rango no se inscribieron en los 5,000. La Federación de Atletismo de Sudáfrica y los representantes de Semenya no respondieron de inmediato a las solicitudes de entrevista.

Si corre, será la primera vez que Semenya aparece en un Mundial o en los Juegos Olímpicos desde 2017, cuando ganó su tercer título mundial en los 800 metros. También tiene dos oros olímpicos en dos vueltas, pero se le prohibió participar en carreras entre 400 metros y una milla desde 2019 bajo reglas que excluyen a las mujeres que tienen una condición intersexual llamada Diferencia de Desarrollo Sexual 46,XY (DDS).

Las reglas exigen que las mujeres afectadas se sometan a una intervención médica para reducir sus niveles hormonales naturales por debajo de cierto umbral si quieren participar en esas carreras. La Internacional de Atletismo determinó eso alegando que la testosterona alta les da a los atletas con DDS una ventaja injusta en las carreras femeninas.

Semenya y otros corredores a los que les aplica la regla se han negado a reducir su testosterona natural y se han visto obligados a competir en otros eventos no regulados durante los últimos tres años.

Si bien Semenya ha sido el rostro de la batalla de la testosterona durante más de una década y recientemente comenzó a hablar sobre sus experiencias, no es la única atleta afectada por las reglas de DDS.

Francine Niyonsaba de Burundi, medallista de plata detrás de Semenya en los 800 en los Juegos Olímpicos de 2016, también se vio obligada a cambiar a los 5,000 metros. Niyonsaba también está inscrita para correr en los 5,000 en Eugene, y es un contendora a una medalla, lo que significa que el evento probablemente atraerá una gran atención.

A otras dos atletas, Christine Mboma y Beatrice Masilingi, se les prohibió participar en los 400 metros el año pasado debido a niveles de testosterona natural alta. Ambas adolescentes, cambiaron a los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Tokio, su primer evento mayor, y sorprendieron cuando Mboma ganó la medalla de plata y Masilingi terminó sexta en la final. Mboma se perderá el Mundial por lesión, pero Masilingi volverá a competir en los 200.

La reaparición de Semenya en un Mundial se produciría justo cuando las autoridades atléticas están considerando más cambios en sus regulaciones de DDS que podrían llegar a excluir por completo a las atletas con DDS 46,XY y testosterona natural alta de todos los eventos femeninos en los principales encuentros.

El presidente de la Federación Internacional de Atletismo, Sebastian Coe, ha dicho que discutirá sus regulaciones transgénero y DDS a finales de año, una medida posiblemente provocada por la prohibición de la natación a las mujeres transgénero en eventos femeninos el mes pasado.

Los problemas transgénero y DDS son diferentes, pero a menudo se cruzan porque ambos se ocupan de la misma pregunta básica: si la testosterona natural alta, más alta que el rango femenino típico, le da a las mujeres transgénero y atletas DDS una ventaja injusta en el deporte femenino.

Semenya no es transgénero. Fue hembra al nacer, se crió como niña y se identifica como mujer. Nunca se ha identificado públicamente como intersexual, es decir, con rasgos masculinos y femeninos, o con la condición DDS 46,XY.

Sin embargo, esencialmente reconoció tener la afección al apelar las reglas de DDS en el Tribunal de Arbitraje del Deporte en 2018. Perdió ese caso y una segunda apelación, y está presentando un tercer desafío contra las reglas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.