Comienza la nueva era de los Jets y Favre

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
PUBLICIDAD
Con los gastos, crecen las expectativas. Si no pregúntenle a los Jets de Nueva York y a los Dolphins de Miami luego de completar sendas transacciones.
Uno es un equipo que viene a sacar la billetera y repartir dinero a tutiplén para convertir una plantilla mediocre en una que pueda aspirar a los playoffs, mientras que el otro viene de su peor temporada en la historia de la franquicia y también invirtió en grande, pero más que nada en la gerencia y en el cuerpo técnico.
Por eso, aunque en el terreno de juego quizás no se brinde el alto nivel competitivo esperado, definitivamente el duelo divisional entre los Jets y los Dolphins es el juego más anticipado durante el domingo inicial de la temporada de la NFL.
Los Jets, que el año pasado jugaron para un miserable 4-12, reclutaron al veterano Brett Favre (4,155 yardas y 28 touchdowns en el 2007) para fungir de quarterback una vez decidió incumplir su anunciado retiro. Como si fuera poco, les tumbaron a lo Steelers de Pittsburg al guard Pro Bowl, Alan Fancea para brindar mejor protección a los running backs y reclutaron vía canje al defensive tackle Kris Jenkins y al novato linebacker Vernon Gholston para crear problemas en la defensa.
Por su parte, los Dolphins (1-15 en el 2007) despidieron al dirigente Cam Cameron e hipotecaron la casa para traer al reconocido ex dirigente Bill Parcells para que trabaje como vicepresidente ejecutivo de operaciones, y éste a su vez, fue en búsqueda de uno de sus pupilos, Tony Sparano, para que asumiera la dirección del equipo.
Como si fuera poco, Miami aprovechó el hecho de que los Jets dejaran libre al quarterback Chad Pennington luego de firmar a Favre para reclutarlo como su nuevo mariscal.
Las cosas no se quedaron ahí para Miami, que gozó de un buen sorteo de novatos al conseguir en el primer turno al left tackle Jake Long, quien es una bestia en la línea ofensiva, y cubrieron la vacante del veterano defensive end Jason Taylor con Philip Merling. Además, tendrán de regreso al running back Ricky Williams, que ha lucido espectacular en pretemporada, para complementar a Ronnie Brown, quien lució estupendo en el 2007 antes de perder el resto de la temporada debido a lesión.
A primera vista, los Jets lucen con más armas ofensivas a la disposición de Favre, entre ellos los wide receivers Jerricho Cotchery (1,130 yardas n 2007) y Lavernous Coles (646 yardas, seis touchdowns), que tienen bastante ventaja sobre los inexperimentados Ted Ginn Jr. y Davone Bess, por lo que Miami pudiera tratar de controlar el tempo de juego a base de su ofensiva por tierra con la dupla de Williams y Brown.
Sin embargo, el destino del juego lo debe decidir la defensa. Miami tiene a Pennington para revelarle los secretos que conoce de los Jets, pero en el papel Nueva York tiene mejor personal para dominar esta faceta, incluyendo las nuevas caras.
En conclusión, Miami dará candela a base de sus running backs y su efectivo pateador Dan Carpenter. Pero si sus juveniles wide receivers no pueden complementarlos en ofensiva, la defensa de los Jets hará de las suyas. Ganan los Jets 20-16.
Dallas busca impresionar
Cualquier cosa que no sea un campeonato de NFL sería considerado una decepción para los Cowboys de Dallas (13-3), considerando la madurez de su plantilla y la adiciones cruciales en posiciones de necesidad como el cornerback Adam Jones y el linebacker Zach Thomas.
Pero si ellos tienen expectativas grandes, sus oponentes Brown de Cleveland (10-6), que se quedaron a un juego de entrar a los playoffs en el 2007, vienen con sed de vindicación y con ansiedad de iniciar la temporada con un triunfo en casa.
Ambos equipos exhiben una ofensiva tórrida, ya que poseen dos de los mejores tríos de quarterback, wide receiver y tight end en toda la NFL.
Por un lado está el trío del quarterback Derek Anderson (3,787 yardas y 29 touchdowns), el wide receiver Braylon Edwards (1,289 yardas y 16 touchdowns) y el tight end Kellen Winslow (1,106 yardas y cinco touchdowns) para encabezar el ataque de los Browns, mientras que Dallas riposta con el quarterback Tony Romo (4,211 yardas con 36 touchdowns), el wide receiver Terrell Owens (1,355 yardas con 15 touchdowns) y el tight end Jason Witten (1,145 yardas con siete touchdowns).
A pura ofensiva, el juego debe sobrepasar lo 40 puntos colectivos, pero será la defensa superior de Dallas la que debe hacer la diferencia. Ganan los Cowboys sudando la gota gorda, 31-27.
Ryan debuta en la era posmichael Vick
Ningún novato tiene más presión de tener una temporada razonable en la posición más difícil que el quarterback de los Falcons de Atlanta, Matt Ryan.
Luego del fiasco de Michael Vick y su encarcelación, además de la salida abrupta del dirigente Bobby Petrino, los Falcons limpiaron la casa, renovaron la gerencia, el cuerpo técnico y gran parte de la plantilla, amén de darle un contrato de $72 millones por seis años a Ryan para que saque a los Falcons de la miseria lo antes posible.
Bajo el nuevo dirigente, Mike Smith, Ryan se ganó el puesto de inicialista en la pretemporada y tendrá a un rival de poca defensa y mucha ofensiva en los Lions de Detroit para demostrar sus quilates cuando las millas cuentan.
Al menos tendrá a la dupla de running backs Michael Turner y Jerious Norwood para quitarle presión.
No obstante, los Lions cuentan con dos wide receivers de primera en Calvin Johnson y Roy Williams ante una defensa secundaria de los Falcons que luce custionable y puede ser explotada. Los Falcons quieren dar una buen primera impresión, pero la ofensiva de Detroit se impondrá 21-17.