Diseño para todos, 50 años del diseño de interiores
Al diseñar se deben crear ambientes donde se tomen medidas preventivas para asegurar la seguridad y bienestar de cada persona.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
PUBLICIDAD
El sábado 25 de mayo se celebrará mundialmente los 50 años de la profesión del diseño de interiores. Por esto, el International Federation of Interior Architecs/Designers (IFI), está convocando a que todos los diseñadores nos unamos en una sola voz para educar al público sobre los nuevos retos y cambios que este profesional enfrenta.
Este nuevo siglo ha traído retos muy interesantes para una industria que se percibe como un lujo. Uno de cada ocho baby boomers, personas que nacieron luego de la Segunda Guerra Mundial (1946 al 1964), llegará a vivir hasta los 100 años y, cada día, 10 mil de ellos llegan a los 65 años. Esto será así por los próximos 18 años.
Mientras, el 82% preferirá quedarse en sus casas aunque necesiten cuidado diario y un 96% de ellos está conscientes de los cambios que hay que hacerles a sus hogares para hacerlos más cómodos y funcionales para sus edades, pero solo el 26% ha hecho esos cambios. Estas cifras ponen en perspectiva a los diseñadores en que hay un mercado desatendido en la sociedad.
No se debe esperar para trabajar sobre este asunto y urge discutir un plan de diseño y construcción de corto y largo plazo. Es vital introducir el diseño universal en los hogares con el fin de eliminar barreras y facilitar el diario vivir de cada individuo. Se trata de un diseño inclusivo que resuelve el problema partiendo de la premisa de la diversidad humana. Es casi un modelo social de igualdad y de cómo acoger la diversidad de personas para así diseñar y construir tomando en consideración todas las características y condiciones de los individuos que usarán el espacio.
El diseño universal tiene siete principios fundamentales: el uso equiparable, flexible, simple e intuitivo; de información perceptible; de tolerancia al error; el de diseño de uso eficaz y confortable; de tamaño y espacio para fácil acceso y uso.
Con esto en mente, se comenzará a manejar este aspecto del diseño que está olvidado. Por esta razón, es necesario crear ambientes donde se tomen medidas preventivas en términos de modificar los entornos para asegurar la seguridad y bienestar de cada persona, más aún si padece de alguna enfermedad.
En este tipo de diseño la estética es un elemento no predominante, sino que se acomodará a las funciones y necesidades del paciente, familiares y cuidadores. Esto no tan solo repercute en los ajustes físicos, sino en los sicológicos.
Algo tan sencillo como el remover una bañera puede resultar en un mejor manejo físico del individuo y evitar lesiones musculares o de otra índole a la persona que lo cuida. Otro detalle es el implementar un hogar digital donde le facilite un mayor grado de autonomía e independencia. La instalación de mezcladoras fáciles de manejar, el colocar duchas de manos en los baños, así barandas y construcción de bancos son otros detalles que ayudaran al mejor desenvolvimiento de los individuos.
En el caso de los pacientes con Alzheimer, hay que estar consientes de muchos detalles para el bienestar de este paciente como cambiar a enseres más seguros, vajillas de colores sólidos, eliminar adornos de frutas y flores artificiales, eliminar espejos, entre otros.
No obstante, recuerde que no hay que tener una condición o enfermedad para crear espacios más fáciles de vivir, eliminando barreras que podrían ser un problema en un futuro.
Es importante determinar quiénes viven el espacio y las necesidades de estos. El diseño de accesibilidad universal debe estar en todo sus planes de remodelación de espacios, no tan solo en las áreas comerciales, sino más importantes aún en sus hogares. El propósito de tener una casa bien diseñada no es tan solo para que se vea bonita, sino que se viva en un entorno funcional y confortable cumpliendo con todas las necesidades de sus habitantes.
Estos retos han hecho que la industria del diseño no tan solo tenga un misión estética, sino que responsabilidad social y la democratización del diseño. Y que se entienda que el diseño interior es para toda clase social y no para unos pocos. Esta responsabilidad no es tan solo con el planeta y todo lo que sea el manejo de materiales verdes, reciclaje, economía en agua y electricidad, sino también con el bienestar y la salud del pueblo en general.
Es mucha la responsabilidad que el interiorista enfrenta y la economía ha sido crucial. Hay diseñadores para todo presupuesto. En Puerto Rico, el diseñador de interiores está licenciado y colegiado y se somete a dos revalidas para poder adquirir su licencia. Cada tres años tiene que renovar su licencia tras tomar 45 horas contacto de educación continuada. Este profesional está altamente capacitado para atender todo lo concerniente al diseño, función y necesidad de su espacio y de las personas que habitan en el.
¡Felicidades a todos los compañeros diseñadores de interiores en nuestro 50 Aniversario!

