Las interrupciones de los torneos del Baloncesto Superior Nacional (BSN), la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF) y el Béisbol Superior Doble A, así como las posposiciones de las carteleras de boxeo que estaban programadas para las próximas semanas, entre otros eventos deportivos, como medida preventiva para minimizar la propagación del COVID-19 representarán duros golpes para los bolsillos de los atletas.

Dada la declaración de emergencia nacional emitida por la gobernadora Wanda Vázquez, entró en vigor la prohibición de concurrencias en espacios públicos. Eso deja en el limbo a los púgiles que se estaban preparando para participar en una cartelera que Miguel Cotto Promotions tenía en agenda para el 18 de abril.

Bryan Pérez explicó que los contratos proveen salvaguardas para circunstancias similares.

“El panorama se complica para los peleadores porque si no pelean, no cobran. Nos afectan a todos, a los boxeadores, los promotores, los auspiciadores y la televisión que hace unas inversiones. Los contratos típicamente tienen unas cláusulas en caso de que ‘fuerzas mayores’ que impidan que el evento se haga. El promotor pierde porque invierte un dinero en la promoción y, dependiendo del boxeador, se hacen unos adelantos. El problema es que estamos peleando contra algo que no vemos (coronavirus)”, explicó Pérez.

Asimismo, Javier Bustillo, de Universal Promotions, anticipó que aplazar el cartel del 21 de marzo reflejará cuantiosas pérdidas de dinero.

“Nuestros contratos establecen una cláusula en caso de que no se pueda llevar a cabo la cartelera por una ‘fuerza mayor’. Trataremos de ayudar económicamente a los muchachos, pero hacemos unas inversiones que no se podrán recuperar”, afirmó Bustillo. “No podemos irnos en contra de las reglas que establece el gobierno”.

El panorama se complica para los peleadores porque si no pelean, no cobran. Los contratos típicamente tienen unas cláusulas en caso de que ‘fuerzas mayores’ que impidan que el evento se haga.

-Bryan Pérez / Miguel Cotto Promotions

A pesar de que los peloteros que participan en la Doble A juegan a tiempo parcial, temporeramente dejarán de recibir unos ingresos para complementar otros. La suma del pago depende del acuerdo firmado con la gerencia de la franquicia. Sin embargo, el reglamento de la Federación Puertorriqueña de Béisbol estipula que un pelotero puede recibir hasta un máximo de $150 por partido.

Dado que el calendario de la fase regular es de 20 juegos, un jugador potencialmente, puede tener un ingreso de $3,000 máximo. Por lo pronto, esos pagos se han suspendido mientras continúa la pausa del torneo. La pausa podría extenderse a tres semanas. La fecha para reanudar el calendario no ha sido determinada, pero se especula que podría ser para el primer fin de semana de abril.

La Federación dejó a discreción de los apoderados convocar a los integrantes de la novena para sesiones de prácticas durante el receso forzado.

Mientras tanto, el presidente de la Asociación de Jugadores del BSN, Ricardo Carrillo, destacó que la situación que atraviesa el torneo podría liberar a los apoderados de cumplir con los compromisos más allá de la quincena que vence el domingo.

“En lo que concierne al BSN, aquellos que cobran por quincena, significa que los equipos vienen obligados al corriente quince que se cumple el domingo. Eso dependerá de cada contrato y lo que el agente del jugador haya acordado con la gerencia del equipo”, dijo Carrillo.

“Los contratos pueden ser garantizados si el jugador cortado a mitad de temporada y el equipo tiene que cumplir, pero como estamos hablando de una emergencia nacional de fuerza mayor. Ese elemento en términos de derecho tiene un efecto sobre los contratos. En este caso, la posposición del cumplimiento del acuerdo contractual. Hay un supuesto entendimiento que el torneo continuará con posterioridad una vez pase le emergencia”, agregó.

Carrillo destacó que los apoderados han cumplido con el pago de la quincena.

“Incluso, algunos adelantaron la mitad de la próxima además de dejar otros beneficios contractuales. Es un acto de buena fe. Queremos mantener una buena relación entre la Asociación con los apoderados”, afirmó.

Joel López, coapoderado de los Santeros de Aguada, sostuvo que será indispensable la reanudación del torneo para que el negocio sea rentable.

“Las quincenas se cuadraron, pero no hay manera de seguir pagando porque hubo un ‘shutdown’ completo. Esperamos que la situación mejore y podamos volver a jugar para cumplir con los compromisos de ellos”, compartió López.