Tokio. La llama de los Juegos Olímpicos de Tokio no recorrerá las calles de la prefectura de Hiroshima debido al incremento de los casos de COVID-19 en Japón cuando apenas faltan 10 semanas para la ceremonia inaugural.

El gobernador de Hiroshima Hidehiko Yuzaki informó que aún tienen la intención de realizar una ceremonia, aunque sin un recorrido del fuego olímpico como tal. Se trata de la sexta alteración del relevo — ya sea una modificación de la ruta o cancelación — en las últimas semanas.

Los organizadores advirtieron previo al inicio del relevo que los cambios y retrasos eran previsibles por la pandemia.

“Lo seguro es que no tendremos un recorrido en las rutas públicas debido a que estamos tratando de reducir las salidas, y ahora estamos viendo cómo hacer una ceremonia sin sacar la llama a las calles con los organizadores”, dijo Yuzaki el lunes.

La OMS aprueba las medidas del COI

Mientras esto sucede, el Comité Olímpico Internacional (COI) circuló un parte de prensa en el que señala que el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Dr. Michael Ryan, ha acogido con satisfacción las medidas para evitar la propagación del coronavirus que se implementan para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020.

“Se ha trabajado muchísimo en los Playbooks para los equipos y las delegaciones que vienen; hay muchos preparativos entre esos equipos con respecto a las pruebas, las cuarentenas y la llegada. Y medidas que se están tomando en las Villa Olímpica, en las instalaciones de entrenamiento y alrededor de las sedes mismas“, dijo Ryan durante una rueda de prensa que se realizó el pasado viernes en la sede de la OMS en Suiza, pero que se dio a conocer el lunes por el COI.

Los temas relacionados con los Juegos Olímpicos son multidimensionales. […] No se trata de si tendremos [los] Juegos Olímpicos o no; así es como se gestionan esos riesgos individuales dentro de ese marco”, añadió el galeno según el COI.

El relevo de la llama empezó el 25 de marzo en el noreste de Japón y debe culminar el 23 de julio con la ceremonia de apertura en el Estadio Nacional de Tokio.

La capital japonesa y otras regiones se encuentran en un estado de emergencia vigente hasta el 31 de mayo.

Japón ha atribuido 11,000 decesos al COVID-19, pero los nuevos casos del virus y sus variantes han subido en Tokio y en Osaka, la segunda región metropolitana más poblada del país.

El relevo es auspiciado por Toyota y Coca-Cola y ha continuado, pese a que el año pasado se solicitó su cancelación para ahorrar dinero. Involucra la participación de 10,000 corredores en todo Japón, procurándose evitar aglomeraciones de público en las calles y que se acate el distanciamiento social.

El presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach se vio obligado esta semana a cancelar una visita a Hiroshima para recibir la antorcha, un paso en falso al acercarse las justas. Tanto el COI como los organizadores reiteraron que los Juegos de Tokio serán seguros para los espectadores y deportistas.

Yuzaki señaló que el incremento de los casos ha sido tan vertiginoso que pronto podría convertirse en una situación de emergencia si la población no reduce sus actividades.

El lunes, la agencia noticiosa Kyodo informó que las prefecturas de Hyogo y Okayama también sacarían la llama de las calles.