Ha transcurrido casi un cuarto de siglo desde la última vez que Serena Williams, Roger Federer y Rafael Nadal se ausentaron del mismo torneo de Grand Slam.

Y eso será exactamente lo que ocurrirá la próxima semana, cuando comience el Abierto de Estados Unidos en Flushing Meadows sin un solo miembro de ese trío distinguido y dominante.

Williams, quien cumplirá 40 años en septiembre, se retiró el miércoles del certamen, uniéndose a Federer, quien llegó a esa edad este mes, y a Nadal, quien tiene 35 y se mantuvo al margen del U.S. Open de tenis por lesiones. Venus, la hermana mayor de Serena, tiene 41 años e informó también el miércoles que no participará.

Desde luego, todos sabían que ninguna de estas leyendas podía seguir jugando por siempre y que esta era terminaría algún día. Pero ahora los aficionados, otros tenistas, las giras, los patrocinadores, los ejecutivos de la TV y el resto del mundo podrán echar un vistazo a ese futuro tal vez muy cercano en el tenis.

¿Es tan desafiante como parece?

“Nos hemos hecho esa pregunta durante muchos años. Ellos han desafiado los pronósticos con su legado y su dominio sobre este deporte, mucho más que otros campeones. Sin duda, a nuestro deporte llegará ese cambio de estafeta”, dijo Stacey Allaster, directora del torneo, durante una entrevista telefónica desde Nueva York.

Allaster habló después de que Serena anunció que no participaría, pero antes de que Venus hiciera lo propio.

“Los deportistas que están aquí se encuentran listos para esto. Comenzamos a ver quiénes serán los campeones potenciales de los próximos torneos del Grand Slam”, añadió. “Hemos pasado antes por este ciclo, y nuestros deportistas han respondido para emular a los otros campeones y llevar este deporte al siguiente nivel”.

Eso fue exactamente lo que hicieron las hermanas Williams, así como Federer y Nadal, quienes se convirtieron en superestrellas globales y siguen siendo relevantes, mucho tiempo después de la edad que se consideraba óptima para un tenista.

Desde el Abierto de Australia de 1997, el año en que Venus Williams debutó en Majors (en Francia), no había ocurrido que un certamen del Grand Slam se realizara sin la presencia de los cuatro astros mencionados.

Serena no se ha recuperado de un desgarro del tendón de la corva derecha que sufrió el pasado junio en Wimbledon y no podrá buscar lo que sería un 24to título de individuales en torneos del Grand Slam. Con ello igualaría a Margaret Court con la mejor marca en la historia del tenis.

No obstante, Serena ostenta la marca en la era abierta, con 23, puesto que más de la mitad del total de los cetros de Court llegó antes de 1968, cuando se permitió que los profesionales se inscribieran en los majors.

Desde 2018, cuando volvió tras el nacimiento de su hija, Serena ha llegado a cuatro finales de las grandes citas, pero las ha perdido todas. Su título del Abierto de Australia en 2017, cuando estaba embarazada a los 35 años, la convierte en la tenista más veterana en conquistar un campeonato de individuales en Grand Slam durante la era abierta.

Ken Rosewall estableció la marca en la rama masculina en 1972, cuando fue monarca también en Australia a los 37 años.

Serena Williams es una de las bajas del torneo.
Serena Williams es una de las bajas del torneo. (CAROLINE BLUMBERG)

Federer, el primer hombre en llegar a 20 trofeos del Grand Slam, no volverá a jugar en 2021, puesto que requiere de una tercera cirugía en una rodilla derecha que fue reparada dos veces al año pasado. Nadal, quien igualó el total de su adversario al conseguir su vigésimo major en el Abierto de Francia de 2020, tampoco regresará en esta campaña, ante un persistente dolor en el pie izquierdo.

En sus redes sociales, Serena habló sobre su decisión de no participar en el US Open, y cerró con la promesa: “Los veré pronto”.

Diez días antes, Federer dijo en su anuncio que quería darse “un rayo de esperanza acerca de regresar a la gira con cierta forma”.

Nadal, el más joven del grupo, afirmó la semana pasada que todavía le queda en su carrera “un par de años maravillosos”.

“Siempre he pensado, cada año a medida que sus carreras se acercan al ocaso, que hemos sido increíblemente afortunados por tenerlos acá en el US Open”, dijo Allaster. “Han hecho mucho por nuestro deporte y por este torneo”.

Ahora, sin embargo, habrá más atención sobre Novak Djokovic, quien tratará de completar el primer Grand Slam en un año calendario dentro de la rama masculina desde que Rod Laver lo consiguió en 1969.

Además, el serbio buscará rebasar a Federar y a Nadal, al hacerse de un 21er título en majors.

Las miradas apuntarán también hacia Naomi Osaka, la campeona defensora, quien disputa uno de los grandes torneos por primera vez desde que se ausentó del Abierto de Francia y de Wimbledon para cuidar su salud emocional.

De todos modos, muchos echarán de menos a los cuatro grandes ausentes.

“Estamos decepcionados en nombre de nuestros aficionados. ¿Cómo no estarlo? Son favoritos de los aficionados, sin duda. Son campeones simplemente excepcionales”, dijo Allaster. “Pero al mismo tiempo, el show debe continuar”.