Nota del editor: Cuarto de una serie de entrevistas con personalidades del país sobre sus experiencias deportivas. Los artículos se publicarán los viernes.

Dicen quienes vieron jugar a ‘Cuqui’, que la voleibolista tenía un buen servicio y que, pese a su estatura, jugaba también de medio. Aseguran incluso que se desplazaba rápidamente en la cancha para hacer gestiones defensivas. Agregan que su recepción era fina y que como compañera de equipo era graciosa.

Esa ‘Cuqui’ es Anabelle Torres Colberg, la abogada y analista de política conocida nacionalmente por sus análisis y por ser portadora de sangre de servidores públicos que resuena al mencionar a su tío-abuelo Severo Colberg, el expresidente del Senado por el Partido Popular Democrático, y que se extiende a la familia Torres gracias al patriacra político de ese lado, el abuelo Aurelio Torres Campos, quien fue asesor de La Fortaleza en 1969 bajo la gobernación a Luis A. Ferré.

Pero sepa que la vena deportiva de Torres Colberg no se queda atrás al de la política, sobre todo porque tiene sangre de la legendaria Rebekah Colberg, la mujer caborrojeña que abrió puertas a la mujer atleta en Puerto Rico y que se destacó en múltiples deportes, como el tenis de campo, voleibol y la pista y el campo.

Y, como en la política, la analista también tiene herencia deportiva por los Torres porque su tío es Alex Torres, el atacante de bola despegada de la malla que se destacó en el Voleibol Superior durante las década del 1970 y 1980, así como con la Selección Nacional.

A los 8-9 años me conocía todos los datos del tenis internacional. Y mi jugador era Andre Agassi. Me gustaba, me entretenía. Lo encontraba con tanto carisma, que era diferente. Lo vi jugar en vivo. Ese era mi atleta hasta que se retiró

-Lcda. Anabelle Torres Colberg

Súmele a la sangre que tiene Torres Colberg la que le proveen sus tíos Paul Colberg, el tenista de backhand con una mano que fue ganador de torneos aficionados y representante de Puerto Rico en eventos de ‘liga’, y a Lucas Colberg, el jugador de balonmano con el equipo de Río Piedras y jugador de la Selección Nacional, ambos de los años del decenio del 1990.

Desplegando todo ese linaje, Torres Colberg habló con Primera Hora sobre su carrera deportiva escolar y en clubes, que incluyó el jugar voleibol y tenis, como lo hiciera su legendaria pariente.

Rebekah Colberg fue la primera mujer puertorriqueña en ganar una medalla a nivel internacional.
Rebekah Colberg fue la primera mujer puertorriqueña en ganar una medalla a nivel internacional. (Archivo)

¿Tuviste experiencia deportiva de joven?

“Pues sí. Jugué voleibol desde los 5 hasta los 18 años. El deporte fue parte de todo mi crecimiento. No recuerdo un momento de mi infancia en que el deporte, en este caso el voleibol, no fuera tan importante como la escuela, que era una prioridad. Tuve la suerte de tener unos padres que me permitieron que el deporte también fuera una prioridad. Como no faltaba a mis compromisos de escuela, tampoco falta a mis compromisos de deporte. Y diría que no sabría decir qué sería de mi infancia sin el deporte porque era parte de mi vida. Era deporte, la escuela y después todo lo demás”.

¿Cómo eras como jugadora?

“Empecé tan chiquita que jugué de todas las posiciones, desde acomodadora a esquina. Pero más adelante en mi carrera deportiva fui más que nada defensa, líbero. Y todavía, cada vez que juego, así socialmente, es lo que todavía me sale más natural. El pase, pues, luego de tanto tiempo sin jugar… uno por lo menos conoce la técnica. El pase y la defensa eran mi fuerte”.

¿Con quién compartiste cancha o jugaste en contra?

“Jugué en contra en Aury Cruz, que es de las mejores de Puerto Rico. Éramos contemporáneas en años de escuela. Conmigo en escuela jugó Leyre Santaella, que jugó luego Superior y es abogada también. Jugué con Carola Pierluisi, Karla Colón, que todavía anda por ahí jugando Superior. Con Daniela Bertrán coincidí, aunque era más chiquita que yo. Jugué por mucho tiempo con Bibiana López, la hija de Fico López, y Mariví Morales, la hija de Quijote. Y con María Rodríguez, la hija de Rafúl, también jugué desde chiquita hasta grande”.

¿De quién fuiste fanática?

“Como jugadora, no era fanática del voleibol. Es irónico. Sí puedo decir que el deporte que no me perdía desde chiquita era el tenis. Y ya después de grande, ya en universidad, era el deporte que jugaba, el de las ligas 3.0 que había por ahí. Pero me lastimé un tobillo y dejé de jugar. Mi deporte de televisión era el tenis. Era el deporte que veíamos en familia porque tengo un tío, que es como mi hermano, que jugaba. A los 8-9 años me conocía todos los datos del tenis internacional. Y mi jugador era Andre Agassi. Me gustaba, me entretenía. Lo encontraba con tanto carisma, que era diferente. Lo vi jugar en vivo. Ese era mi atleta hasta que se retiró”.

¿Tú también estás inculcando el deporte en tu familia?

“Sí. Tengo un hijo de 8 años y desde chiquito lo puse en muchos deportes. Pero ahora todo es soccer. He tratado voleibol, voleibol, y voleibol, como típica exjugadora. Y aunque juega, así más o menos, y lo intenta para complacer, lo suyo es el soccer. Me ha traído a un mundo nuevo, el que desconocía, y ahora me tiene haciendo trivias, viendo las noticias para conocer los cambios de los jugadores. Que si Suárez comenzó a jugar en el Atlético de Madrid, que si Messi se iba a no se iba del Barcelona. Ya saben –lectores– que somos una familia del Barcelona. Eso es parte del cambio. En mi época se jugaba poco soccer, y ahora ese es el deporte que domina en las niñas y los niños”.

¿Qué te decidió ir por la línea política?

“Como el deporte, la política era parte de mi vida, tanto en mi familia paterna como materna, y de diferentes partidos políticos. Era un tema común y corriente. Se hablaba mucho de política. Se estaba pendiente a las noticias. Se tenían amigos en la familia que tenían mucho que ver en la política. Y fue parte de mi vida normal, sin tener parientes directos que fueran políticos. No era en ese sentido. Desde muy chiquita se me involucraba en la elecciones y se me explicaba. Era una chiquita entre medio de conversaciones de adultos y de esa manera se me inculcó que la política fuera parte de mi vida de una manera u otra y lo que fue dirigiéndome hacia lo que es ahora el ámbito en mi carrera profesional y laboral”.

¿Para los Torres Colberg entonces no era política nada más?

“De los tíos, hay un hermano de papi que jugó voleibol, Alex Torres. Y por los Colberg, tengo ese tío Paul Colberg, que fue campeón de tenis aquí en un tiempo dado, y otro tío que jugó balonmano. Tengo una familia deportiva por ambos lados, una que me inculcó que el deporte era importante, sobre todo en el crecimiento”.