Tokio. De una vara de bambú al oro olímpico, la ardua preparación de la halterista Hidilyn Díaz rumbo a Tokio 2020 terminó en el puesto más alto del podio.

Díaz ganó la primera medalla de oro para Filipinas el lunes, un resultado triunfal para un país que ha estado en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos, con una excepción, desde 1924.

Díaz, quien sorprendió a la plusmarquista mundial Liao Qiuyun de China en su último levantamiento, entrenaba en Malasia al momento en que se declaró la pandemia de coronavirus, por lo que lleva mucho tiempo lejos de su familia.

“Ansío volver a casa, a Filipinas y estar con mi familia, porque realmente los extraño”, dijo Díaz. “Quiero disfrutar de la vida, porque he estado en Malasia durante casi tres años, así que realmente estoy agradecida de poder volver ahora a casa y celebrar con mi familia”.

Díaz ha estado cuatro veces en Juegos Olímpicos y fue la abanderada durante la ceremonia de inauguración en Londres 2012. En Río 2016 se colgó la medalla de plata.

“Es un sueño hecho realidad”, admitió. “Solo quiero decir que nosotros los filipinos somos fuertes. Los filipinos podemos competir en Juegos Olímpicos. Podemos hacerlo. A toda esa nueva generación filipina, por favor, sueñen en grande. Así empecé yo. Soñé en grande y finalmente lo logré”.

Hidilyn Días celebra con el presidente de la Federación de Levantamiento de Pesas de Filipinas, Monico Puntuevella.
Hidilyn Días celebra con el presidente de la Federación de Levantamiento de Pesas de Filipinas, Monico Puntuevella. (Luca Bruno)

También tuvo que sobreponerse a algunos obstáculos.

Ansío volver a casa, a Filipinas y estar con mi familia, porque realmente los extraño. Quiero disfrutar de la vida, porque he estado en Malasia durante casi tres años, así que realmente estoy agradecida de poder volver ahora a casa y celebrar con mi familia

-Hidilyn Díaz / Medallista de oro

En un punto, cuando su gimnasio cerró durante la pandemia, Díaz entrenó con botellones de agua amarrados a una vara de bambú, sosteniéndola sobre su cabeza para entrenar su fuerza.

Díaz, quien es sargento de la Fuerza Aérea de Filipinas, saludó desde el podio. También dijo que su fe fue fundamental en su “milagroso” triunfo.