En guerra abierta contra el dopaje

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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La Unión Internacional de Ciclismo (UIC) ha encarado de frente el problema de dopaje que amenaza con arruinar la disciplina a nivel profesional.
Así lo indicó el presidente de la UIC, Pat McQuaid, quien entiende que el deporte y sus atletas están encaminados a minimizar el número de tramposos que han manchado la imagen del ciclismo a nivel mundial.
Durante su visita a Puerto Rico el pasado martes, McQuaid habló cándidamente con PRIMERA HORA sobre los constantes escándalos de dopaje que han sacudido el ciclismo y precisó los pasos que están siguiendo para erradicar el uso de sustancias prohibidas en el deporte.
“El ciclismo es un deporte que ha sido parte de la historia por 100 años, un deporte glamuroso que continuará por muchos años más. Ciertamente el deporte se ha visto afectado por el problema de dopaje actual, principalmente por culpa de un pequeño grupo de personas y atletas que han arruinado la imagen de miles de corredores honestos. Pero, estoy seguro de que estamos ganando la batalla”, subrayó McQuaid.
Amante y atleta del ciclismo de toda la vida, McQuaid admitió que siempre había existido una cultura de dopaje en ciertos países, los cuales no identificó, pero que ahora, con la globalización del deporte, se necesita transparencia para romper la cultura de dopaje y limpiar la disciplina.
Una pieza clave en la ofensiva de la UIC contra el dopaje es el programa denominado como “pasaporte biológico”, un innovador sistema que le ha costado a la entidad $5 millones en implementar. La UIC utiliza una política de cero tolerancia hacia el uso de esteroides y otras sustancias prohibidas.
En el sistema tradicional directo antidopaje, al atleta se le requieren dos muestras de orina o de sangre (muestra A y muestra B). Si la muestra A arroja positivo, entonces se procede a analizar la muestra B para corroborar el positivo anterior.
No obstante, McQuaid describió “pasaporte biológico” como un sistema indirecto de control de dopaje.
“Durante un periodo de tiempo tomamos muestras de sangre de todos los atletas de alto nivel, y de todas esas pruebas construimos un perfil único para cada atleta, el cual contiene todos los componentes sanguíneos. Para cualquier persona, sea o no atleta, ese perfil no debe variar mucho a menos que ingiera o tome algo que modifique los componentes de la sangre. Si el atleta toma algo, se reflejaría inmediatamente en el perfil”, explicó McQuaid durante una visita relámpago a la Isla para anunciar ayudas a la Federación de Ciclismo de Puerto Rico.
A medida que se vayan añadiendo más pruebas, continúo McQuaid, más fácil se hace el detectar el uso de sustancias prohibidas.
“Una vez cuentas con tres o cuatro pruebas, las cuales se realizan durante competencias, durante entrenamientos e inclusive cuando el atleta no está entrenando, entonces cuentas con un buen perfil, que fue lo que hicimos durante todo el pasado año con los atletas de alto nivel, a los que ya se les realizaron, en promedio, entre 11 y 12 pruebas”, subrayó McQuaid.
Al establecerse el punto más alto y el más bajo de cada componente en la sangre, los científicos pueden determinar con un 99.9 por ciento de efectividad si un atleta utilizó esteroides u otras sustancias prohibidas.
“Aunque no pueden determinar qué sustancia utilizó o qué cantidad, pero sí pueden decir que manipularon su sangre, lo que ayuda a disuadir a los atletas a doparse. Hemos trabajado de cerca con la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés) y los expertos ven el sistema como el ADN que hace a cada ser humano único”, recalcó McQuaid.
Además del sistema de “pasaporte biológico”, McQuaid dijo que también cuentan con un amplio programa de apoyo y consejería para sus atletas, que incluye el implementar un sistema de información y educación diseñado por la Agencia Antidopaje de Noruega.
“Al ser elegido presidente de la UIC en el 2005, dije que erradicar el problema de dopaje sería una de mis principales misiones, y dije que no se lograría en 24 horas. Ciertamente el tiempo me ha dado la razón. Estamos encaminados, y aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, entiendo que vamos en muy buena dirección”, aseguró McQuaid.