¿Quién no ha escuchado El caballo pelotero de El Gran Combo? ¿Qué salsero no se ha contoneado con Las tenis de “Los Mulatos del Sabor”?

La mezcla de salsa y deporte que por años ha convivido en la música puertorriqueña está plasmada en la rica historia musical de nuestro país.

Pero, en el caso de El Gran Combo, ese binomio cobra una importancia mayor porque sus integrantes no solo disfrutan las canciones que de una manera u otra hacen referencia al deporte, sino que, además, tienen bien claro que ambas manifestaciones están intrínsecamente ligadas a la idiosincrasia boricua.

Y como si fuera poco, son unos fiebrús del béisbol, el boxeo y el baloncesto.

“Definitivamente, están relacionadas. Lo que nosotros hacemos es arte. Y el deporte también es un arte, una profesión especializada”, dijo Charlie Aponte, quien junto a sus compañeros se preparan para la celebración de los 50 años de la agrupación en un magno concierto que se celebrará este domingo en el Coliseo de Puerto Rico.

“El deporte es pueblo y también la música es pueblo. La música nuestra, la salsa, la bomba y la plena, contaban el diario vivir del puertorriqueño y el deporte era y todavía es parte de nuestra vida”.

La canción más emblemática de la agrupación que hace referencia al deporte es, sin duda, El caballo pelotero, una canción del puño y letra de Bobby Capó, que el Gran Combo inmortalizó.

“Es parte de una época. Cuando Bobby Capó escribió esa canción, los equipos de pelota de Puerto Rico tenían mucho auge y la música lo reflejaba”, dijo Jerry Rivas, mientras Papo Rosario le encontró una similitud muy peculiar.

“Hay una cosa común. Los traguitos. Al parque tú vas a darte un traguito y en la música también. Es algo social. En un baile se conocen muchas parejas que terminan casados y en el parque… bueno, me imagino que también”, dijo Rosario en su eterna jovialidad.

Aponte, además, recordó que el fenómeno se ha manifestado a la inversa, cuando deportistas como Rubén Sierra y Luis Sojo han incursionado en la salsa e incluso Bernie Williams, que ha sido exitoso en ambas carreras.

MAR DE ANÉCDOTAS

Una conversación con Rivas, Aponte y Rosario puede durar horas, porque la cantidad de historias y anécdotas que han vivido, así como los momentos o figuras deportivas que han conocido, es interminable.

Charlie es fanático de los Criollos de Caguas en el béisbol, Papo y Jerry son Cangrejeros. A los tres les gusta el boxeo y algunos hasta practicaron deportes en su juventud, aunque, al parecer, no les fue muy bien que digamos.

“A mí me gusta el boxeo, el béisbol y el baloncesto. Yo desarrollé el ‘Charlie’s hook’ porque era el más chiquito de la escuela y en el equipo de baloncesto tenía que tirar el gancho porque, si no, me daban palos”, recordó Aponte.

Rosario fue más atrevido. Según confesó, en sus tiempos de juventud y mientras se criaba en Santurce, tuvo un fugaz paso por el mundo del boxeo.

“Para los años 60, yo vivía en la Parada 24. Allí había un club y antes se hacían carteleras de boxeo en los clubes. Entonces, Andrés “Malanga” Torres (ex boxeador) peleó con mi amigo Johnny Hernández y le ganó dos veces. Y yo dije, ‘si le dio a mi hermano Johnny, me tiene que dar a mi también’. Y así lo hizo, sabes… me subí al ring ¡y me dio un clase de nocaut! Yo que estaba debutando, me retiró con récord de 0-1”, recordó entre risas.

Pero si de fiebrús del deporte se trata, nadie como el fundador de la agrupación, don Rafael Ithier.

“¡Rafa es un enfermo del deporte!”, confesó Rivas. “A Rafa, a veces, había que llevarle un televisor chiquito para que él pudiera ver el béisbol o el baloncesto cuando estábamos tocando”.

La fiebre de Ithier con el deporte es tal, según confesaron sus cantantes, que ha sido capaz de pedir cambiar un baile o un concierto por no perderse una pelea de boxeo o baloncesto.

“Una vez me pidió que fuera a su casa a repasar unos soneos de una nueva canción y, cuando llegué, ni caso me hizo porque estaba viendo un juego de baloncesto. Me dijo: ‘Eso está chévere, pero no te pierdas el juego’”, recordó Aponte.

OTRAS HISTORIAS

"No hace tanto nos pasó algo bien bonito. Estábamos tocando en Florida, después de un juego de los Marlins, y allí estaba el dirigente del equipo, Edwin Rodríguez, que es boricua. Y fue bien emocionante. Luego nos enteramos que él había sido el responsable de que tocáramos esa noche”.

"Una vez nos bajaron el Yankee Stadium, cuando estaba Bernie Williams, Rubén Sierra y Jorge Posada y los fuimos a saludar. Pero lo más extraño era que cuando nos presentaron a varios de los jugadores gringos, ellos nos conocían. Uno nos dijo: Yeah, I know. I like salsa”.

Charlie Aponte - Vocalista de El Gran Combo

"En el 1993, nosotros tocamos en los Centroamericanos de Ponce. Allí todas las delegaciones estaban bien organizadas, pero cuando empezamos a tocar, de momento, la delegación de Cuba se salió de su espacio pa’ pararse frente a la tarima y de ahí en adelante se fastidió todo. Pasó no sé qué tiempo y nos tocó ir un día al Yankee Stadium. Nosotros queríamos ir a conocer al  (lanzador cubano de los Yanquis). Y cuando nos vio, se emocionó y nos dice: (Jerry imitándolo con voz de cubano) ‘Oye, ¿te acuerdas de aquel alboroto que se formó en los Centroamericanos? Eso fui yo que agité allí a la gente…” Digo, yo no sé si es verdad, pero él se da el crédito de que él formó aquel revolú”.

"La primera y única vez que hemos tocado en la placita de Santurce (2004), habían anunciado que iba a caer un diluvio esa noche. Cuando ya estamos por empezar a tocar, no había caído ni una gota, pero yo veo que Ithier está manoteando con un tipo allí. Pregunto y me dicen que el jefe no quiere tocar, porque va a caer un diluvio… al final, se subió a la tarima medio enfogonao  y tocamos. Nunca llovió. Cuando nos fuimos, decido entrar a un restaurante a pedir algo y, cuando miro al televisor, veo que están dando un juego de baloncesto de los Lakers que era decisivo y dije: ‘Ahhh, por eso es que el viejo no quería tocar’”.

Jerry Rivas - Vocalista de El Gran Combo