Cada corredor o caminante que decide retar sus límites físicos en una carrera pedestre tiene una historia de superación digna de ser contada.

En el evento Puerto Rico 10K Run, que se realizó este domingo sobre el Puente Teodoro Moscoso, estas historias abundaron.

Entre los miles que compitieron, se encontraban personas como el sargento Carlos Evans Toro, quien perdió ambas piernas y su mano izquierda durante una misión militar de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Afganistán. También estuvieron Liz López y Rebecca Velázquez, quienes buscan llevar un mensaje de inclusión y amor cada vez que corren juntos a sus hijas, las que llevan en sillas de ruedas.

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El trío terminó la distancia con una sonrisa en sus rostros y con la satisfacción de saber de que es posible retar sus límites.

“No soy una víctima”

Evans Toro fue una de las últimas personas que cruzaron la meta tras más de dos horas de caminata, específicamente con tiempo de 2:11:12. Llegó acompañado de su esposa Rosemary Evans y de un grupo de familiares y amigos que hicieron el recorrido con él y le sirvieron de apoyo en los momentos en los que pensó que no iba a terminar.

A su llegada, los aplausos no se hicieron esperar. Hasta una olímpica como la fondista Beverly Ramos lo miró con admiración.

“Me siento bien contento. Agradecido de Dios y de mi familia. Nosotros hicimos la carrera juntos hace 17 años, cuando tenía mis dos piernas y pude completarla hoy con mis prótesis y mi familia. Ahora estoy buscando el próximo reto”, expresó Evans Toro con con mucha emoción.

Liz López y Summer Liz Márquez López estuvieron una vez corriendo y llevando un mensaje sobre la necesidad de la seguridad vehicular.
Liz López y Summer Liz Márquez López estuvieron una vez corriendo y llevando un mensaje sobre la necesidad de la seguridad vehicular. (Carlos Rivera Giusti)

El fajardeño, que sufrió un accidente en 2010 en Afganistán mientras buscaba explosivos caseros para desactivarlos, reconoció que en muchas ocasiones su cuerpo lo amenazaba con no permitirle terminar. Sin embargo, el apoyo de las personas que lo acompañaron fue determinante para que cumpliera su meta.

Al preguntarle qué lección sacaba de este logro, su contestación fue rápida y muy emocional.

“Esto me deja saber que no soy una víctima. Que tengo una preciosa familia, que tengo un apoyo y que nunca me voy a rendir. Vivo agradecido, y eso fue lo que me llevó a cruzar este puente”.

“Es el evento que más nos gusta”

En el caso de López, corrió con su hija Summer Liz Márquez López, de 26 años y quien sufrió un trauma cerebral severo a consecuencia de un accidente de tránsito en enero de 2016. La familia de Summer entiende que la joven perdió el control de su vehículo mientras utilizaba su celular. Por eso sus corridas también son un llamado para concienciar en contra del uso de teléfonos mientras se conduce.

“Llevamos tres años corriendo. Vinimos en el 2022, 2023 y ahora en el 2024. Es el evento que más nos gusta, porque definitivamente estamos aquí con la misión de la seguridad vial para crear conciencia de manejar con seguridad y no distraerse al manejar, que fue el accidente que le pasó a Summer”, señaló Liz.

Rebecca Velázquez y Caroline Irizarry Velázquez fueron otras de las personas que fueron al PR 10K Run a probar sus límites y salir del evento empoderados.
Rebecca Velázquez y Caroline Irizarry Velázquez fueron otras de las personas que fueron al PR 10K Run a probar sus límites y salir del evento empoderados. (Sara Del Valle Hernández)

“Además, es el único evento que, como nos dejan salir diez minutos antes, cuando estamos regresando vemos al 100% de la multitud y es algo precioso, porque esa energía que todo el mundo nos encanta”, añadió con una gran sonrisa.

De hecho, El Nuevo Día fue testigo de todos los saludos que las corredoras recibían a su paso. Liz contestaba cada uno de ellos con mucho entusiasmo.

La corredora compartió que desde que decidió correr con su hija, ha visto un progreso en su salud. Además, la ve feliz.

“Antes de su accidente en diciembre, Summer me dice: ‘Mami, yo quiero tus mismas tenis de correr para correr contigo’. Yo le mandé a buscar las mismas tenis por internet y las tenis me llegaron dos semanas después de su accidente”, recordó.

“Yo dije: ‘Si ella sobrevive, si Dios me la salva, no importa el tiempo que tome, yo quiero hacer eventos con mi hija, yo quiero entrenar con mi hija como ella lo quería’. Y aquí estamos. Desde que empecé a hacer eventos deportivos, su mejoría ha sido notable”.

“A papá le hubiera gustado”

Velázquez, por su parte, estuvo acompañada de su hija Caroline Irizarry, de 33 años y quien nació con perlesía cerebral. Ambas son Team Caroline.

La mujer contó que ella, junto a su esposo Santiago y su hijo Santiago Andrés, solían hacer triatlones con Caroline. Sin embargo, Santiago, padre, falleció en enero de un ataque al corazón luego de hacer ejercicios. Ese suceso sumió a Velázquez en una profunda tristeza, y cuando inicialmente le propusieron hacer la carrera de este domingo, dijo que no.

Sin embargo, lo pensó con detenimiento y decidió que la haría porque está convencida que su esposo quería eso.

“Papá murió en enero, y estábamos quitadas (de hacer eventos). Nos invitaron a hacer este evento, y al principio yo dije que no. Pero después dije que a papá le hubiera gustado que Caroline y yo estuviéramos aquí. Así que metimos mano, y la verdad que carrera está dura”, reconoció.

Velázquez explicó que la razón para hacer eventos deportivos en familia surgió del deseo de inspirar a otras personas.

“Que se den cuenta de que nada es imposible y que no hay por qué tener nuestros hijos, nuestros primos, nuestros hermanos en las casas, sino que hay que darle la oportunidad de que ellos también prueben lo que es el deporte y compartir”, puntualizó.