Humilde Barrabás en su despedida
A sus 77 años y con más de 50 de trayectoria, “La Mente Maestra” celebró el sábado su retiro de la lucha libre con una cartelera en Bayamón.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Pero al poco tiempo de su entrada a la WWC, su personaje siniestro y traicionero hizo que hasta alguien de la calaña de Savinovich en aquel tiempo tuviera que cambiarse al bando de los ‘buenos’.
Y es que pocos en la lucha libre local sabían enervarle la sangre a los fanáticos como Barrabás debido a sus continuas intervenciones y trampas, así como su insistente hábito de pretender minimizar a la audiencia durante sus entrevistas al referirse a ellos como ‘parceleros’ o ‘cuponeros’ de forma peyorativa. Esto sin mencionar su carcajada maquiavélica y sus cejas paradas como cuernos infernales.
Sin embargo, a pesar de la rudeza de su personaje y las emociones negativas que emanaba, el sábado en la noche más de un centenar de fanáticos se dieron cita a la cancha Pepín Cestero en su natal Bayamón para rendirle homenaje por sus 50 años de trayectoria y su retiro oficial de la lucha libre.
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“Me siento muy contento por toda la gente que ha venido a la actividad. Sé que a muchos los maltraté pero era parte de mi trabajo. La realidad es que a veces la gente de las parcelas son mejores personas. Y también los de caseríos. Allí hay gente sana, limpia, buena, pero lamentablemente están estigmatizados”, dijo el sábado a Primera Hora el ahora retirado luchador Barrabás, cuyo nombre de pila es Félix López Torres.
“Lamentablemente, una empresa a la que le dediqué casi toda mi vida (WWC) y yo no pudimos hablar. No tenían el tiempo para dedicarme este retiro y lo tuve que hacer con mi familia y mis amigos”.
Entre sus amigos del ambiente luchístico que lo acompañaron estuvieron otros rudazos como Chicky Starr, el Wizard, El Diabólico, Barrabás Jr. y Gilbert, así como la pareja que manejó por más de una década, Thunder y Lightning.

“Sin dudas, una pareja como Thunder y Lightning jamás nadie podrá igualarla. Yo le llamaba ‘mi portaaviones’ a Thunder y mi ‘F-50’ a Lightning. Podían hacer de todo”, dijo el veterano de 77 años de edad, quien también se hacía llamar ‘La Mente Maestra’.
El origen de Barrabás
En su juventud Barrabás prometía más como pelotero que como luchador, pero tras varios años jugando con el equipo del Béisbol Doble A de Vega Baja y luego jugando en ligas menores se Brooklyn, su amor por la lucha libre creció a medida que asistía ocasionalmente a las carteleras.
“Una vez fui a una lucha como para el 1957 y vi a alguien haciendo una patada voladora y me preguntaba ¿cómo se podía hacer eso? Me comenzó a trabajar en la cabeza. Luego en Brooklyn para 1960 fui a ver una cartelera de Miguel Pérez Sr. y Antonino Rocca, que eran la pareja del momento en ese tiempo, y aquel fue el sello para mí. Abandoné el béisbol para seguir en la lucha libre. No entendía la conexión del béisbol a la lucha libre pero pasó algo que yo decía que nací para la lucha libre. Porque yo peleaba en la calle. Yo era peleador en la gallera, en la escuela. Dondequiera yo peleaba. Pero peleaba de gratis, me daba. Porque yo era travieso, era presenta’o”, dijo Barrabás.
“Si me metía a luchador podía ser un Antonino Rocca, un Miguel Pérez. Me inscribí en la YMCA de Brooklyn y averigüé rápido cómo podía practicar lucha libre. Me aceptaron, comencé a practicar y a los siete meses hice mi aparición como aficionado. Tenía una melena enorme, estaba ‘comío’ (fuerte). Lo que quería era una oportunidad de luchar en Puerto Rico, donde había una empresa del mexicano Arturo Mendoza y finalmente vine en 1960”.
En la Isla comenzó luchando como técnico y además hacía otras cosas por el lado, como fungir de árbitro de béisbol Doble A, de Coliceba, de la federación, así como tener una compañía de decoraciones y hasta servirle de seguridad al equipo de los Vaqueros de Bayamón en el Baloncesto Superior Nacional, donde dice que idolatraba a canasteros como Mariano ‘Tito’ Ortiz, Rubén Rodríguez, Alberto Zamot y Evelio Droz, entre otros.
Para ese tiempo lo conocían como ‘El Rayo de Bayamón’ en la lucha libre local. No obstante, una lucha con el azteca enmascarado ‘The Champ’ en la empresa de Mendoza cambió el rumbo de su carrera.
“Me hicieron luchar con un amigo mío mexicano llamado The Champ. Me dio un codazo que presentí que fue como a propósito, como si me estuviese probando. Yo soy calle y lo toqué también. Nos enredamos y yo saqué una cadena que tenía. Ahí comienza mi rudeza. Luego a él lo entrevista Joaquín Padín, hijo (QEPD) y él dijo “ese tipo era mi amigo pero se convirtió en un Barrabás”.
A la semana entrante me entrevistan y en mi primera entrevista dije “Yo voy para Ponce al ‘Pachín’ Vicéns y el primer fanático que me grite que ‘Barrabás’ yo voy a pelear con él en el parking. Se los digo bien claro, pacíficamente”. Eso fue como un sello de goma. Me bajé del auto y rápido se escuchaban los gritos de “Barrabás, no te vistas que no vas. ¡Traidor!”. De ahí se me quedó el nombre de Barrabás desde 1975”, recordó.
Posteriormente, para la década del 1980 dio el salto hacia la WWC, donde tuvo su mayor impacto, formando inicialmente una alianza con Savinovich hasta su eventual traición.
“A Hugo yo lo respeto. Pero cuando él representaba a los Súper Médicos, quería que yo me quedara atrás. Yo lo hice, pero observando, aprendiendo. Y me dije “éste de verdad va a saber quién de verdad es El General Barrabás”. Ahí comencé con los Súper Médicos, luego los Spoilers, los Infernos, empecé a traer luchadores que parceleros aquí no habían visto en persona, como Harley Race, Ric Flair, Randy ‘Macho Man’ Savage y hasta The Undertaker”, dijo Barrabás, recordando que Carlos Colón fue su enemigo eterno y su rival más fuerte.
“Tuve muchas luchas grandes en mi vida en Canadá y aquí. En Puerto Rico la piedra más grande que tuve fue la del ‘Acróbata de Haítí’ –porque él no es de Puerto Rico– que es Carlos Colón. Sangramos en alambres de púas, en cadenas, con el ring rodeado de fuego, enjaulados... Fueron luchas muy duras que me dejaron marcado de por vida”, agregó en su habitual estilo controversial.
Y es precisamente todo ese legado como rudo es lo que le hace pensar que ahora en su retiro se va como de la lucha libre como el principal nombre que ha dado Puerto Rico en esta faena.
“Para mí Puerto Rico ha dado tres grandes figuras en el ámbito de la política, la música y la lucha libre. En la política Luis Muñoz Marín, en la música Rafael Hernández y en la lucha libre es Barrabás. Y lo digo con humildad”, sentenció antes de tirar una de sus carcajadas siniestras.