Si la delegación de Puerto Rico tuviera que salir hoy rumbo a Tokio para los Juegos Olímpicos, la tenista y campeona olímpica vigente Mónica Puig no podría acudir a la importante cita a defender su título, según se desprende del sistema de clasificación.

Y faltando apenas 99 días para el inicio de las Olimpiadas de Tokio 2020 (conservaron su nombre a pesar del aplazamiento por un año), el tiempo está jugando en contra de la raqueta boricua.

Puig, quien conquistó en las Olimpiadas de Río 2016 la medalla de oro para convertirse en la primera atleta puertorriqueña que hace sonar La Borinqueña en el máximo escenario deportivo, al momento se encuentra fuera de la clasificación para la cita de Tokio que se celebrará del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, tras el aplazamiento provocado en 2020 por la pandemia del COVID-19. De hecho, el conteo regresivo para Puig es peligrosamente más corto, pues le quedan apenas 53 días para intentar conseguir el pase a Tokio.

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Al momento la boricua se encuentra clasificada en la posición número 150 en sencillos, según el escalafón de la WTA, y la australiana Samantha Stosur está en ventaja para obtener el pase ‘wild card’ que se otorgará a la jugadora que no consiga su clasificación directa por ranking. Stosur está clasificada 124.

Según explicó el miércoles el director ejecutivo del Departamento de Alto Rendimiento del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), Fernando Olivero, hijo, Stosur y Puig cumplen ambas en principio con el requisito que necesita una tenista para aspirar a un ‘pase de oro’ para las Olimpiadas, que es, o haber ganado una medalla de oro olímpica o ganar cuando menos un torneo de los cuatro mayores (grand slam) de la gira mundial de la WTA, que es el caso de la australiana.

Así las cosas, el ‘tie breaker’ será quien tenga la mejor posición en el escalafón de la WTA al momento de que cierren las clasificaciones del tenis para las Olimpiadas, el 7 de junio.

“Las dos podrían ocupar ese espacio, pero el problema de Mónica es que Stosur tiene un mejor ranking”, dijo a este medio, por su parte, Héctor Cabrera, presidente de la sección del Caribe de la USTA, y pasado presidente de la Puerto Rico Tennis Association (PRTA).

“El problema real”, amplió Cabrera, “es que Stosur está jugando y Mónica no está jugando. Ahí es donde viene el problema. Si Mónica estuviera jugando habría más posibilidades de que entrara”.

Según el sistema clasificatorio del tenis para los Juegos Olímpicos se entregan 56 plazas por ranking en cada rama, con un máximo de hasta cuatro raquetas por país, tanto en mujeres como en hombres. Otros ocho boletos, hasta completar la matrícula de 64 jugadores de cada rama en las Olimpiadas, se distribuyen de la siguiente manera: una para el anfitrión (Japón), seis para garantizar cupos por continente (en el caso de América clasificaban dos en los Juegos Panamericanos de Lima 2019), y la última, para una campeona olímpica o de un grand slam.

Aquejada por una lesión en los últimos años, Puig ha caído en una espiral de descenso en el ranking de la WTA. Comenzó inactiva el 2020 para continuar rehabilitando su codo derecho luego de ser operada a finales de 2019. Para colmo de males, el COVID-19 provocó la paralización de la gira de la WTA entre marzo y agosto.

Su caída en el ranking

Por estas razones, apenas jugó en tres torneos de la gira, y en octubre cayó más abajo de las mejores 100 raquetas por primera vez desde 2013. Fue luego de su última aparición en un torneo de la gira, el ‘major’ del Abierto de Francia a finales de septiembre pasado, cuando salió de las mejores 100. El 12 de octubre apareció clasificada en la posición número 103 tras perder contra la italiana Sara Errani en primera ronda.

A partir de entonces, ha estado ausente del tour de la WTA por casi siete meses.

Cabrera cree que si las lesiones no se hubieran interpuesto en el camino de Puig, estaría en ruta a su clasificación olímpica, pues mientras estuvo jugando, independientemente de sus resultados, se había mantenido entre las mejores 100 raquetas, y más importante aún, por encima de Stosur.

“Mónica está 150 porque no está jugando ni defendiendo sus puntos, y Stosur está 124 aun jugando”, comparó Cabrera, dejando ver que lo único que necesitaba la raqueta boricua era permanecer activa.

De hecho, a pesar de que Stosur ha jugado tres torneos en lo que va de 2021 y Mónica no tiene ninguno, la australiana ha bajado también posiciones si se considera que para el 1 de marzo la diferencia entre ella y la boricua era una sola casilla en el escalafón. Stosur ocupaba el número 107 y Puig el 108.

“Humberto Torres (expresidente de la PRTA y miembro del comité ejecutivo del Copur) habló con el coach de ella (Ignacio “Nacho” Todero) hace como un mes atrás y le dijo que ella iba a empezar a jugar, que estaba haciendo ejercicios y en la cuestión de su acondicionamiento físico”.

Cabrera estima que de empezar a jugar, Puig lo hará para mayo, “y si la cosa se estira, en junio”. Sin embargo, ya podría ser muy tarde.

“Ahora mismo el tiempo está en contra de ella. Lo que tenía que hacer era mantenerse jugando pero no se pudo por la lesión y su ranking se le fue”.