Ligas boricuas están atentas al coronavirus
En el BSN, la LVSF y la Doble A han comenzado a prepararse para enfrentar la epidemia, si llega a Puerto Rico.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Con casos de coronavirus ya certificados en Nueva York, Florida y la República Dominicana, el potencial que esta enfermedad ya esté o llegue a Puerto Rico es bien alto.
Eso lo saben bien los presidentes de las tres principales ligas deportivas del país activas en la actualidad, Ricardo Dalmau del Baloncesto Superior Nacional (BSN), el Dr. César Trabanco de la Liga de Voleibol Superior Femenina (LVSF) y el Dr. José D. Quiles de la Liga de Béisbol Superior Doble A.
Por tal razón en las tres ligas ya están trabajando con protocolos para cuidar a sus deportistas, directivos y fanáticos. Y no solo del coronavirus, sino también de la influenza que hoy en día se propaga con fuerza en Puerto Rico.
Tenemos que ir preparándonos y hacer un plan de precaución
-Ricardo Dalmau
“Tenemos que ir preparándonos y hacer un plan de precaución. A eso efectos he estado realizando unos contactos con el Sistema de Salud y del CDC (Centro del Control de Enfermedades) para ir preparándonos para una situación que es real y es inminente”, dijo Dalmau, quien el domingo le escribió una carta a los apoderados del BSN para que estos se aseguren que en los partidos de la liga se cumplan con medidas básicas de higiene en los baños y camerinos, como primera medida para intentar cuidar de los atletas, empleados y fanáticos del básquet.
Una medida similar completaban ayer en la LVSF el Dr. Trabanco y el director de torneo, el Lic. Rafael Servera.
Trabanco, quien es endocrinólogo y tiene oficinas en Ponce y Yauco, observó que al presente le está solicitando a los apoderados de equipos promuevan las recomendaciones del Departamento de Salud de “evitar mucho contagio entre las persona, realizar mucha higiene y tomar mucha vitamina C”.
“Donde quiera que hayan muchas personas el riesgo va a estar. Pero ahora mismo no es mayor que el de la influenza. Así que lo menos que debemos recomendar a los fanáticos enfermos es que no se acerquen a los juegos si no están en plena salud”, dijo Trabanco.
Mientras, Servera apuntó que incluso le dirá a los equipos que mantengan a sus jugadoras lo menos posibles en los camerinos, por ser cuartos cerrados donde podría proliferar más rápido un contagio. Y les recordará una regla ya existente desde el año pasado en la que se prohibe el uso de vasos plásticos para beber agua durante los juegos y se exige que cada jugadora tenga su propia botella de agua y toallas para los aseos.
Si surgiera un asunto epidémico en Puerto Rico, sin dudas miraremos a otras medidas
-Dr. César Trabanco
Servera además dijo que está buscando información oficial del Departamento de Salud o el CDC sobre cómo se deben proteger las personas del contagio para promover dicha información en las canchas y en las transmisiones de juego por la televisión.
“Si surgiera un asunto epidémico en Puerto Rico, sin dudas miraremos a otras medidas. Pero al momento es muy difícil diferenciar el coronavirus de la influenza y no existe ninguna vacuna ni algún antiviral aprobado para tratarlo. Lo más importante es fortalecer el sistema inmunológico, agregó Trabanco.
Con eso coincidió también el Dr. Quiles, presidente de la Federación de Béisbol de Puerto Rico, organismo que monta el torneo Doble A, y quien es médico generalista con oficina en Santa Isabel.
Al tiempo que dijo que hará un llamado a los apoderados de equipos a vigilar que los estadios haya jabón y hand sanitizer disponible para fanáticos y jugadores, éste opinó que será importante promover el fortalecimiento del sistema inmunológico.
“Ahora mismo a mí me preocupa más la influeza. De enero para acá han muerto más de 11,000 personas de influenza en los Estados Unidos. Y todos los años mueren 25,000. De coronavirus el 80 por ciento de los que se contagien, si tienen un sistema inmuno fuerte, ni síntomas van a sentir. El problemas será mayormente de aquellos que tienen problemas inmunológicos”, precisó Quiles, quien apuntó que por los estadios de béisbol ser ambientes abiertos no teme por ahora que pueda ser un lugar de propagación grande.