Dicen que en los duelos entre luchadores dentro del octágono, el que suele prevalecer es el que mejor golpes conecta en la parte superior del cuerpo.

Y, precisamente, eso es lo que anticipa el boricua Dennis Bermúdez cuando se mida este sábado con el veterano Matt Grice en reyerta de las 145 libras durante la velada de Ultimate Fighting Championship 157 en Anaheim, California.

“Muchas veces cuando se enfrentan dos luchadores, ambos se neutralizan porque cada cual puede anticipar los intentos de derribes y pueden evitarlos. El pleito suele tornarse en una pelea arriba, donde el que mejor pegue con los puños y patee lleva la ventaja y, en mi caso, creo que tengo una clara ventaja en ese renglón”, dijo Bermúdez.

Bermúdez (9-3) viene de apuntarse la “rendición de la noche” ante Tommy Hayden en UFC-150 luego de ganar con una estrangulación de guillotina tras tambalear a Hayden con una patada al pecho y un puño al rostro.

“En esa pelea demostré que no solo peleo en el piso, sino que puedo mezclar mis técnicas y combinarlas con golpes arriba. Eso es lo que debe esperar Grice, un ataque impredecible de derribes y golpes arriba que lo mantengan tratando de adivinar qué es lo que le viene encima”, dijo Bermúdez. “Voy a meterle mucha presión desde que toque la campana”.

Grice (15-4) no es cáscara de coco y ha enfrentado mejor nivel de competencia que Bermúdez, pero eso no amilana al boricua, quien argumenta que los siete meses que ha tenido entre peleas le ha servido para mejorar sus jiu-jitsu peleando de espaldas a la lona y para trabajar aún más en sus combinaciones de golpes arriba.

“El que yo haya tenido tanto tiempo para entrenar debe preocuparle a Grice; el sábado lo va a ver. Vengo decidido a ganar y a hacerlo de forma espectacular”, sentenció Bermúdez.