Nueva York (AP). Michael Vick hechizó a los fanáticos en el Georgia Dome durante seis temporadas. Muchos de ellos se sintieron traicionados por los sucesos posteriores que enviaron al quarterback a la cárcel por organizar peleas de perros.

Vick regresa el domingo como la estrella de los Eagles de Filadelfia y, posiblemente, tendrá un recibimiento cordial de parte de los fanáticos de los Falcons de Atlanta.

Su popularidad sigue vigente en Atlanta, a pesar de lo que pasó, y fue mayormente vitoreado hace dos años cuando visitó a los Falcons como el tercer quarterback de Filadelfia. En ese encuentro, lanzó para una anotación y corrió para otra en una victoria 34-7.

Ahora, ha vuelto a ser toda una estrella.

“En realidad no he pensado en eso y no quiero hablar de eso”, señaló Vick. “Todavía quiero mucho a los fanáticos de allá, pero tienen que tomar en cuenta que ahora juego por otro equipo”.

Disfrutar de otro día en Atlanta, o en cualquier escenario, parecía ser una situación imposible para Vick tras ser descartado por los Falcons y luego por la NFL.

Ahora, tiene un nuevo contrato por $100 millones, y es la figura central de un equipo que se reforzó hasta los dientes en la agencia libre.

“Ya superé el aspecto emocional, pero será fabuloso volver al estadio, jugar contra un ex equipo, tener la oportunidad de enfrentar a algunos muchachos con los que jugué”.

En otros partidos el domingo, Seattle visita a Pittsburgh, San Diego a Nueva Inglaterra, Green Bay a Carolina, Chicago a Nueva Orleans, Baltimore a Tenesí, Kansas City a Detroit, Jacksonville a los Jets de Nueva York, Oakland a Búfalo, Tampa Bay a Minnesota, Cleveland a Indianápolis, Dallas a San Francisco, Arizona a Washington, Houston a Miami y Cincinnati a Denver.

San Luis visita a los Giants de Nueva York el lunes por la noche.