Mónica Puig Marchán ansiaba encontrar un medio en el canalizar las frustraciones y la ansiedad que se manifestaron en su vida cuando se vio forzada a dejar a un lado la raqueta de tenis después de múltiples operaciones en el hombro y codo derecho.

Una alternativa fue correr junto a su esposo Nathan Rakitt.

Al principio, Puig lo acogió como un pasatiempo, una forma de mantenerse activa, pero luego se transformó en una nueva pasión que los llevará a participar tanto el Matarón de Boston el 17 de abril como en el Maratón de Londres una semana después.

“Ya él (Rakitt) había corrido dos maratones y, básicamente, cuando me lesioné el hombro por segunda vez, comenzamos a correr. Primero hicimos tres millas, luego cinco e hicimos mucho ‘hiking’ mientras vivíamos en Arizona. Encontré que me ayudaba a bajar el estrés y la ansiedad que tenía por la lesión”, compartió Púig.

En junio de 2022, Puig anunció que sus días como tenista profesional terminaron debido a que, físicamente, se le dificultaba mantener el nivel de juego que se requiere para competir en el circuito de la WTA. Enseguida recibió oportunidades para laborar como analista de tenis para ESPN Deportes y ESPN.

Durante un periodo difícil en mi vida, correr se convirtió en algo que me hace feliz. Me ponía contenta porque corría y podía pensar en muchas cosas. Cuando uno está en la casa, piensa en miles de cosas. La ansiedad y los miedos aparecen. Cuando finalmente me retiré del tenis, me puse la meta de participar en el Maratón de Nueva York el año pasado y es cuando entré de lleno en el mundo de correr”, relató.

Puig comenzó a informarse sobre los principales maratones e hizo una lista para luego tachar uno a uno. Luego de Boston y Londres, tiene como objetivo completar las pruebas en Chicago, Tokio (Japón) y Berlín (Alemania). También este año iniciará su preparación para lo que será su primera participación en el medio IronMan 70.3 en Augusta, Georgia, el próximo 24 de septiembre. Puig tiene en agenda para el 2024 competir en el IronMan 70.3 Puerto Rico.

“Era muy raro porque odiaba correr. Cada vez que mi entrenador me ponía a correr una milla ‘refunfuñaba’ o buscaba cualquier excusa para no correr. Me gustó mucho entrar a un deporte que no sabía que existía. Cuando corrí Nueva York me puse la meta de completar los seis principales maratones antes del 2024″, compartió.

Puig primero se inscribió para la carrera en Londres. Luego sometió la solicitud para Boston sin esperanzas de que fuera aceptada. Sin embargo, recibió la noticia de que fue procesada.

“Para mi significa mucho más que participar en un maratón. Es demostrarme que a pesar de que todas las cosas que he pasado durante los pasados años, puedo tener éxito en algo que no es el tenis, aprender nuevas cosas, mejorar en distintos aspectos de mi vida y pueda encontrar un pasatiempo que me haga feliz por muchos años. Correr un maratón es más mental que físico y todo esto me ha inspirado. Me encanta”, insistió.

¿Qué ha sido lo más fácil y difícil de la transición a correr maratones?

“Lo más fácil fue decidir que voy a correr. Cuando uno decide hacer algo, uno paga el fee para entrar a la carrera y no se puede dar marcha atrás. Lo más difícil es la preparación y los entrenamientos. Para este maratón (Boston) he corrido casi 60 millas por semana, pero hay días cuando uno no quiere salir a correr y uno se tiene que motivar. Correr y entrenar es algo muy solitario. Tengo a mi esposo que entrenamos juntos, pero cuando llega a la carrera hay miles de personas alrededor, viendo y gritando. Se siente más alegre el ambiente, pero cuando uno está entrenando no hay ese elemento. Eso es lo más difícil”.

Puig reconoció que ha sentido temores por las pruebas que le esperan, pero no ha permitido desinflen su entusiasmo.

Durante estos pasados tres años que tuve mis lesiones, escuché a tantas personas decir las cosas que no podía hacer. Ahora mi mentalidad se ha convertido sí puedo. Soy consciente de lo que mi cuerpo puede y no puede hacer. Sé que es algo difícil, muy duro, no será fácil, pero mentalmente estoy dispuesto a cumplir este reto. Sé que cuando regrese a mi casa tendré una felicidad de madre porque lo hice”, concluyó.