La vida le sonríe a Mónica Puig Marchán. La alegría la arropa en el 2016, año que le ha regalado la mejor temporada en su carrera como tenista profesional. 

La puertorriqueña ocupa la posición número 33 del mundo, la ocasión que mejor posicionada a estado en el escalafón de la Asociación de Tenis Femenino (WTA, en inglés). Como si fuera poco, en poco menos de un mes debutará en el escenario deportivo más importante del planeta cuando represente a Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de 2016.

Ha sido un giro de 180 grados en comparación a un 2015 oscuro, año que terminó en el lugar número 92 del ranking de la WTA y con récord de 20-27. 

Actualmente es una tenista nueva, con nuevo enfoque gracias al trabajo con su entrenador argentino Juan “Nacho” Todero y su equipo de trabajo. Con récord de 37-17 en sencillos en los va de año, Puig vuelve a ser una de las figuras emergentes en la WTA.

La boricua pasó la última semana en Boca Ratón, Florida, entrenando para su próximo torneo, en Washington D.C., que inicia el próximo lunes. 

Puig tomó un receso de su preparación para conversar telefónicamente  con Primera Hora.

Estás número 33 en el mundo, la posición más alta de tu carrera. ¿Imaginabas que estarías aquí antes de la temporada?

Honestamente, no. Vino más rápido de lo que hubiera pensado. Me siento muy afortunada de estar en esta posición. He trabajado muy fuerte para llegar hasta acá, estoy muy contenta de lo que voy cumpliendo en mi carrera y este año, específicamente. 

¿Hay alguna posición en el ranking  que te hayas fijado como meta para finalizar la temporada?

Voy a decir que quiero terminar en el ‘top 20’, si se puede. Pero no va a ser mi enfoque principal. Voy a seguir trabajando fuerte en mejorar las cosas que debo mejorar, y ese va a ser mi enfoque. No me voy a poner presión del ranking.

¿Qué cambió  en ti en el 2016 en comparación al 2015?

Tengo un equipo más completo. Tengo a mi preparador físico, Claudio Galasso, y mi quiropráctico, Thomas Doche, que me han ayudado un montón para mantener mi cuerpo saludable, sano y obviamente muy en shape. Todo el mundo comenta que he bajado de peso, y pues sí, he bajado de peso, y eso me ha ayudado un montón. Me siento bien en cada torneo. Estoy mentalmente más fuerte que los otros años, he pasado por mucho, y he tomado esas experiencias para ayudarme a llegar a donde estoy ahora. Estoy muy orgullosa de todo lo que he hecho.

¿El cambio físico y las libras de menos fue parte de tu plan antes de la temporada? 

Era algo bastante importante en la fase de desarrollo. Tenía que ponerme más en forma  para llegar a donde estoy ahora. El tenis va evolucionando y es una de las cosas que tenía que mejorar. Estoy más disciplinada.

¿A qué te refieres?

Corté los postres, desafortunadamente (se ríe). Más trabajo físico, más trabajo en cancha. Estoy trabajando bastante fuerte. Eso es lo más importante, que  amo mi trabajo, amo estar en la cancha trabajando por mis sueños. Sí,  es difícil;  a veces lo paso mal con sufrimiento en la cancha, cuando hace calor, cuando tengo que correr mucho... Pero esos sacrificios hacen que yo tenga un año como el que estoy teniendo.

¿Qué ha sumado  a tu carrera Nacho (Todero, coach) a tu carrera?

Mucho trabajo, pero también él es muy positivo. Y me motiva mucho. Siempre nos planteamos metas, y me motiva cada día para ir a la cancha, e ir a cumplir esas metas.

¿Qué cosas nuevas  has aprendido  este año? 

El tenis es un proceso. Y no importa si no tienes los resultados rápidos, todo el mundo tiene su propio destino, su propio paso en el mundo. Y no necesariamente vas a ser como todo el mundo. Nadie va a ser como una Serena Williams, o Garbiñe (Muguruza), por ejemplo, que es de mi edad y ganó un Grand Slam. Todo el mundo tiene que pasar por lo suyo, y si pasa ahora, bien, y si es más tarde, bien. Lo que sé es que estoy cumpliendo mis metas, estoy disfrutando el tenis más que nada. Estoy disfrutando mi vida, y eso es lo más importante para mí.

¿Qué piensas cuando ves a Garbiñe, de tu edad (22 años), entre las mejores cinco del mundo?

Se lo ha ganado, y Dios se lo bendiga. Trabajó para ese momento, y muy bien por ella. Pero yo sé que mi momento va a venir. Si viene ahora, bien, si viene más tarde, bien. Pero va a venir porque yo sé que voy a trabajar bastante fuerte para llegar a mi momento y cumplir mi sueño. No me trato de enfocar en lo que están haciendo las otras. Lo que estoy haciendo ahora vale la pena, y voy a seguir echando para adelante.

¿Cómo lidiaste con la presión  de que tenías que subir en el ranking este año para llegar a Río?

Fue bastante difícil. Había esa presión de llegar a las Olimpiadas, pero honestamente era algo que yo quería cumplir. Sabía que tenía la oportunidad de ir a otras Olimpiadas, quizás en el 2020. Pero yo me lo puse como meta a principio de año, que quería ir a Río, y hacer el equipo olímpico. Así que, ahora que lo hice, sé que si me propongo algo,  lo voy a cumplir. Yo soy así, me ponen metas y no voy a descansar hasta que las cumpla.

Siempre dijiste que soñabas con ser abanderada. ¿Te decepcionó que no hayas sido escogida? 

No, felicito muchísimo a Jaime (Espinal), que se lo merece. Cogió plata en Londres y se lo merece 100 por ciento. Él es una súper buena persona, muy buen amigo mío, y le felicito de todo corazón. Cuando me enteré que él era el abanderado, me sentí bastante contenta. De verdad se lo merece.

Siempre has sido ambiciosa en tus metas. A menos de un mes, ¿cuál es el objetivo en Río?

Seguir echando para adelante y mejorando cada día. Esa es la meta más grande. No me voy a poner presión en ranking ni en resultados. 

¿Comienzas a sentir las mariposas de cara a Río?

De las Olimpiadas, quizás cuando me vaya acercando. Todavía no he internalizado lo que es ir a las Olimpiadas, pero   va a llegar cuando me vaya a acercar a ese momento, que va a ser bastante lindo.