Hasta con una medalla de oro olímpica, Mónica Puig no se libró de comentarios negativos en las redes sociales.

Incluso, personas que pensó tenía su apoyo incondicional, continuaron devaluando su nivel de juego en el ciberespacio. Definieron su histórica hazaña en Rio de Janerio el verano pasado como un golpe de suerte al no conseguir victorias significativas luego de hacer sonar la Boriqueña por primera vez en unos Juegos Olímpicos. 

"Ese fue un momento que no estaba lista para todos estos logros. No estaba lista para lo que pasó en las Olimpiadas. Fue algo que pasó", dijo la tenista puertorriqueña en una entrevista con el Sunday Telegraph

"Solo toma un tiempo para acostumbrarse. Me tomó un tiempo en bajar de la nube de las Olimpiadas y realmente estaba algo cansada después del año pasado porque tuve muchos compromisos y presión", agregó. 

Con dicho medio australiano, Puig amplió el tema sobre su lucha con los trolls en el Internet, acciones que la han llevado a usar significativamente menos aplicaciones como Twitter. 

"La gente afuera no se da cuenta y no entiende que sus palabras, en ocasiones, lastiman", indicó.

Puig era una usuaria ávida de las redes sociales. Sus publicaciones eran frecuentes para atender a los 536,000 seguidores que tiene en Facebook, 152,000 en Twitter y 332,000 en Instagram. 

"Ahora me he alejado bastante por todo lo negativo que estaba recibiendo", expresó. 

"Me prometí después de las Olimpiadas que no iba a dejar que (los comentarios) drenaran lo mejor de mí e, incluso, una de mis resoluciones de este año, es no leer ningún feedback o comentarios sobre mí, sin importar que sea positivo o negativo. Porque en cada tres o cuatros mensajes positivos, vas a tener uno negativo, y no me iba a dejar atrapar en ese drama porque realmente te añade un peso", añadió. 

Ahora, la joven de 23 años entra a sus cuentas cuando quiere para publicar lo que desea.  Esto no significa que sea todos los día como solía hacer, cuando realmente lo usaba para conseguir retroalimentación positiva, en busca de aceptación.

"Uso más Instagram que Twitter porque Twitter es más sobre palabras y en Instagram solo miro las fotos", confesó. 

En el resto de la entrevista, Puig habló sobre cómo en el 2015 pensó dejar el tenis por el mal año que tuvo antes que el 2016 la sorprendiera con el mejor momento de su carrera. 

Puig, actualmente 32 en el escalafón mundial de la WTA, se prepara para su cuarta participación en el Abierto de Australia, primer grand slam del año, a iniciar el 16 de enero. En el 2016, alcanzó la tercera ronda. 

Llegará al prestigioso torneo luego de caídas en primera ronda en Brisbane y Sidney.