Niño cumple sueño de luchar en la WWE antes de morir de cáncer
Se enfrentó a su luchador favorito, el campeón Daniel Bryan

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Connor “Crusher” Michalek solo tenía ocho años cuando el cáncer le arrebató la vida hace apenas un par de semanas atrás a fines del mes de abril.
Para él era un desenlace inevitable tras ser diagnosticado con cáncer cerebral en el 2012. Sin embargo, queda en su familia el consuelo de que el tierno y jovial chico pudo despedirse feliz habiendo cumplido algunos de sus sueños gracias a los luchadores de la WWE y la Make-A-Wish Foundation.
Resulta que Connor llegó a subir un video en YouTube en el que solicitaba conocer a su luchador favorito y actual campeón de WWE, Daniel Bryan – antes que éste fuese monarca – y la compañía vio el video y le hizo su sueño realidad al traer al chico a conocer a Bryan y a otros luchadores trasbastidores durante un evento en Pittsburgh.
Pero el impacto que Connor tuvo en la gerencia de WWE y en sus luchadores los motivó a ir un poco más allá y previo a WrestleMania XXX en Nueva Orleans el 6 de abril, la WWE invitó al chico a un show de Monday Night RAW en Washington D.C. la semana antes para que él tuviese su propia entrada al ring junto a Bryan y su propia ‘lucha’ ante Triple H frente a todos los luchadores de la compañía que lo aplaudían desde ringside.
Días más tarde, Connor entonces viajó a Nueva Orleans para sentarse en primera fila en WrestleMania XXX donde su ídolo Bryan se coronó campeón en la lucha final ante Randy Orton y Batista en la lucha más anticipada de la cartelera.
¿Y adivinen con quién Bryan fue a celebrar tan pronto terminó su lucha?
Sí, con Connor, a quien fue a abrazar y decirle unas palabras de aliento.
“Daniel salió fuera de cuadrilátero y la primera persona a quien fue a ver fue a Connor. Se acercó y le dijo “Connor, significas mucho para mí. Tú me das mucha fortaleza. Me ayudastes a ganar esto, así que por favor sigue luchando (por tu vida)’. Connor estaba bien emocionado. Fue un momento perfecto”, dijo su padre Steve Michalek.
“La mejor parte de WrestleMania para mi es que por primera vez en casi cuatro años se me olvidó que Connor estaba enfermo. Estoy convencido que toda esta experiencia ayudó a extenderle la vida a Connor conmigo. Y no hay mejor regalo para mí que ese. Es algo que no hay forma de pagarlo”.