La bandera puertorriqueña que acompaña desde hace décadas a nuestras delegaciones deportivas en justas internacionales no siempre estuvo junto a nuestros atletas.

Un día como hoy, hace 75 años, por primera vez, una delegación de la Isla desfiló bajo la insignia nacional, en desafío a la orden gubernamental que lo prohibía.

Puerto Rico desfiló con la monoestrellada el 16 de marzo de 1935 en la inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en El Salvador.

“En el 1935 estaban encontrados los que creemos en la independencia de Puerto Rico con el gobierno militar de Estados Unidos aquí”, señaló el historiador Carlos Uriate. “Era la época del gobernador (Blanton) Winship, recordado por las masacres en Río Piedras y en Ponce. Tener una bandera de Puerto Rico en aquella época era ir preso. Se desfiló con nuestra bandera. Así se fue creando lo que hoy somos en el deporte puertorriqueño. Esa bandera representa a los deportistas que con sus hazañas unen a este país”.

Por órdenes del gobierno insular, las subsiguientes delegaciones volvieron a desfilar con la bandera de Estados Unidos o el escudo de Puerto Rico hasta que fue aprobada la Constitución del Estado Libre Asociado en 1952. Ese año fue izada oficialmente la monoestrellada en los Juegos Olímpicos de Fin- landia.

“Esa bandera, que era hasta delito cargarla en Puerto Rico en la década del 30, es el símbolo de la nacionalidad puertorriqueña y es el símbolo de la soberanía deportiva de Puerto Rico”, dijo Jenaro “Tuto” Marchand, ex secretario general de FIBA-América.

El ex atleta y analista Fufi Santori arrancó aplausos en la ceremonia de los 80 años de la primera participación internacional al recordar el privilegio que tienen los atletas boricuas de representar nuestra soberanía deportiva.

“Una soberanía deportiva está basada en lo más fundamental y lógico de todos los pueblos: su nacionalidad”, afirmó. “Yo le digo a todos los atletas que se sientan orgullosos, porque en el deporte Puerto Rico es un Puerto Rico libre”.