Por un lado, Nyjah Huston es un astro de la contracultura deportiva, con una historia que ni el mejor publicista hubiera inventado. Pasó parte de su niñez aislado de la sociedad en Puerto Rico, poco después de desarrollar sus talentos en una bodega familiar, transformada en parque techado para el skateboarding.

Por otra parte, Huston es un promotor. Con su personalidad auténtica y rebelde está lanzando una marca potencialmente revolucionaria de skateboards, la cual daría más visibilidad a un negocio creciente que se desarrolla en torno del carisma de este deportista.

En cualquier aspecto, Huston está listo para los Juegos Olímpicos. Y los Olímpicos estarían también listos para él.

En el debut del skateboarding dentro del programa olímpico, como un intento por llegar a un público más joven, este competidor de 26 años, favorito a colgarse el oro, es una figura, pese a que el aficionado promedio, más avezado en deportes tradicionales como el atletismo, la gimnasia o la natación, no haya oído de él antes de la cita en Tokio.

Dentro de un deporte que ha prosperado durante décadas en las sombras y sin la promoción de otros más populares, algunos competidores estarían reacios de captar la atención relacionada con un evento gigantesco como los Juegos Olímpicos.

Huston se muestra en cambio feliz por domar a este monstruo. Después de todo, eligió este verano lanzar su propia marca, Disorder Skateboards. Es el tipo de iniciativa con la que llegó a juguetear cuando tenía 14 años y a la que ahora ha dado forma al fin.

“Era algo para lo que yo creía que había que ser paciente. Sabía que llegaría el momento adecuado”, dijo Huston. “Quiero ser dueño de compañías, de mi propia empresa, y ésta es la forma perfecta de hacerlo, con los skateboards. Fue además el momento perfecto de lanzar esto, justo antes de los Juegos Olímpicos”.

El primer paso de Huston para convertirse en el rostro de su propia marca llegó en su adolescencia, cuando se mudó de vuelta a California tras residir en Puerto Rico. La mudanza a la isla fue parte de un plan de sus padres para desconectarse de las conductas y creencias dominantes en la sociedad.

La familia se aisló en una finca y cultivó sus propios alimentos. Fue una situación muy distinta a la que vivió en el norte de California, donde los Nyjah habían alquilado un parque de patinaje de 15,000 pies (1,400 metros) cuadrados.

Ahí, Nyjah, sus tres hermanos y su hermana practicaban.

Huston se convirtió en un prodigio del skateboarding. Cosechó pronto triunfos en los X Games y otros grandes eventos.

Su padre, Adeyemi, manejó su carrera e hizo de todo, desde filmar sus proezas y editar los videos hasta llevarlo en una casa rodante de un evento a otro. Cuando se le preguntó cómo subsistieron durante los años en Puerto Rico, Kelle, la madre de Huston, respondió: “skateboarding y marihuana, curiosa combinación”.

“Nos separamos intencionalmente de la sociedad y vivimos como una minisecta”, añadió en aquella entrevista con la Jenkem Magazine.

Todo estaba bien, o así lo parecía. Pero en su corazón, Nyjah sabía que los deportistas de esta especialidad no se volvían ricos o famosos residiendo en Puerto Rico. Y nunca le encantó su primer proyecto para crear su propia marca de skateboards.

“Comencé a pensar más las cosas a los 13 y 14 años. Sólo quería unos patrocinadores normales y vivir en California”, dijo en 2018, durante una entrevista en un podcast llamado The Nine Club with Chris Roberts.

La madre y el padre de Huston se separaron.

“A medida que nuestros niños crecieron, comencé a sentir que las duras restricciones en nuestro estilo de vida les estaban impidiendo progresar en la vida”, dijo Kelle, quien se mudó con sus hijos de vuelta a California.

Nyjah se conectó de nuevo con su marca de skateboard Element y comenzó a ganar premios y a encontrar patrocinadores nuevos. Está distanciado de su padre desde que volvió a California.

No es una historia que rehúya. De hecho, la relata en la biografía que él mismo presentó a la cadena NBC para su sitio Web de los Juegos Olímpicos.

“Él me enseñó a practicar este deporte del modo correcto”, dijo Huston durante una entrevista reciente con The Associated Press. “Él sabía que hay cosas más importantes que el skateboarding en la vida. Me apoyó. No siempre fue fácil cuando era niño recorrer vallas que me asustaban. Él me ayudó a ser una persona fuerte. No tengo resentimientos”.