Las Vegas. Los contendientes se paran rígidamente frente a frente con las manos tomadas a la espalda, a la espera de una bofetada brutal.

El golpe con la mano abierta, además de un ruido fuerte, provoca una reacción que puede ser dramática. Algunos peleadores apenas se mueven, pero otros se tambalean hacia atrás o caen al suelo. Algunos resultan noqueados.

El presidente de la organización de artes marciales mixtas UFC, Dana White, promueve la pelea a bofetadas como la próxima gran atracción en los deportes de combate. Ha invertido su dinero y los recursos de la UFC en la Power Slap League. La Comisión Atlética de Nevada ha sancionado las competencias de la liga en Las Vegas.

“Es un jonrón”, dijo White, uno de varios directivos de la UFC que participa en la liga.

Algunos videos de peleas se han viralizado, como uno de Europa oriental en que un hombre sigue compitiendo aunque un lado de su cara se hincha al doble de su tamaño normal. Esto ha generado cuestionamientos sobre la seguridad de la pelea a bofetadas, sobre todo el riesgo de encefalopatía crónica traumática, o ECT, una enfermedad degenerativa provocada, según se cree, por la reiteración de golpes a la cabeza. Un expresidente de la comisión, que regula los deportes de combate en Nevada, dice que aprobar la liga fue un error.

Chris Nowinski, cofundador y CEO de la Concussion Legacy Foundation, coincide, y dice que la pelea a bofetadas es “una de las cosas más estúpidas que se pueden hacer”.

“No tiene nada de entretenido, no tiene nada de interesante y no tiene nada de deportivo”, dijo Nowinski. “Tratan de darle aires a una actividad realmente estúpida para ganar dinero”.