A menos de dos semanas para la elección del nuevo presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el puertorriqueño Richard Carrión se siente satisfecho con el intenso trabajo realizado en los meses previos tras anunciar su candidatura y catalogó como “factible” la posibilidad de salir electo al importante puesto.

Carrión busca convertirse en el primer boricua y apenas la segunda persona proveniente de América en dirigir la principal institución del deporte mundial, en una contienda que incluye a otras cinco figuras de alto rango en el movimiento olímpico.

La votación será parte de una extensa sesión del COI, que se llevará a cabo el próximo 10 de septiembre en Buenos Aires, Argentina.

“El ánimo y las energías están ahí. Estoy satisfecho con el trabajo que se ha hecho”, expresó Carrión en entrevista telefónica desde Nueva York. “Queda todavía trabajo. Nos hemos trazado un plan de trabajo y hemos sido bien disciplinados siguiendo ese plan. Me siento tranquilo, pero es una lucha fuerte. No es fácil”.

Desde que anunció su candidatura en mayo de este año, Carrión se ha sumergido en un apretado itinerario de reuniones, sesiones de trabajo y presentaciones para dar a conocer sus propuestas a los poco más de 100 miembros del COI que tienen voto para elegir al sucesor del belga Jacques Rogge.

Además de las conversaciones personales –uno a uno– con los miembros del COI, el proceso ha incluido encuentros importantes en congresos y convenciones. Sin embargo, Carrión entiende que sus aspiraciones tuvieron un empuje importante después de que los candidatos tuvieran la oportunidad de presentar sus propuestas en una reunión del COI en Suiza, el pasado 4 de julio. En efecto, medios internacionales reseñaron la impresión que dejó Carrión en algunos asistentes a las presentaciones, que fueron a puerta cerrada.

“Nos dieron 15 minutos a cada uno, el pasado 4 de julio, y eso marcó un hito en la campaña. Te diría que he palpado un aumento en el respaldo desde entonces”, dijo Carrión.

“Sin lugar a dudas, para mí fue muy favorable poder dirigirme a los miembros y creo que pude presentar mis pensamientos, mi visión, de forma que vieron un lado mío que nunca habían visto anteriormente. Creo que fue bien favorable”, agregó.

El banquero señaló que ahora se dirige hacia la recta final con el mismo ímpetu, decidido a correr el tramo sin aflojar el paso.

“Hay que trabajar hasta el final. Me siento que estoy exactamente donde quería estar para esta etapa y que es un buen plan y que tenemos muy buenas posibilidades”, afirmó Carrión.

“Estamos dando el máximo para llegar primero, de eso que no quepa duda. Y de que es factible, es muy factible”, añadió.

Carrión lleva más de una década como presidente del Comité de Finanzas del COI, destacándose por negociar los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos para muchos países, con cifras récord de ingresos para el organismo olímpico.

Los rivales de Carrión son el alemán Thomas Bach, el singapurense Ng Ser Miang, el ucraniano Sergei Bubka, el suizo Denis Oswald y el taiwanés C.K. Wu.

Aunque no parece haber claro favorito en la contienda, en lo que casi todos los expertos y seguidores del movimiento olímpico coinciden es en que podría ser una de las elecciones más apretadas en la historia del COI, una organización que solo ha tenido dos presidentes en los pasados 33 años (Roggue y Juan Antonio Samaranch). Algunos anticipan que se necesitará más de una ronda de votación antes de que haya una clara mayoría en favor de un candidato.

Por su parte, Carrión, al tiempo que acepta que será una elección “cerrada”, entiende que el COI está listo para elegir un presidente que no sea europeo.

“El factor de europeo, en esta elección, no lo veo que haya jugado un papel muy fuerte”, sostuvo. “Yo creo que refleja una mayor diversidad en la membresía”.

Pese a que durante su larga trayectoria en el sector de la banca ha enfrentado retos de gran envergadura, en los que hay consecuencias más graves en la mira, Carrión aceptó que ha sido inevitable que en ocasiones lo embarguen las emociones.

“Todas las grandes luchas y anhelos de batalla que uno da te dejan unos aprendizajes. Ganes o pierdas, te deja unos aprendizajes. Yo creo que esto no va a ser la excepción”, declaró Carrión. “Hay días buenos y días menos buenos, pero creo que ha sido un proceso interesante, un proceso que lleva mucho tiempo”.

“Me siento muy tranquilo. Obviamente, hay momentos de más emoción que otros”, afirmó. “Cuando estaba por salir a dar el discurso (el 4 de julio en Suiza), había bastante emoción, como es de esperarse. Y de seguro, el día de la votación voy a tener algo más grande que mariposas revoloteando (en mi estómago). Pero, nada, te tienes que mantener frío y enfocarte en lo que hay que hacer”.