Lo que se supone que fuese un tremendo duelo de "grapplers" entre la medallista de bronce olímpica en judo, Ronda Rousey, y la medallista olímpica en lucha, Sara McMann, durante el evento estelar de UFC170 el sábado dejó con las ganas a los más de 10,000 fanáticos que asistieron al pleito en el Hotel Mandalay Bay de Las Vegas y a los miles que lo vieron por el sistema de pague-por-ver.

Y es que el combate nunca llegó al piso debido a que el mismo apenas duró 66 segundos de pelea arriba con Rousey consiguiendo su primer nocaut en las artes marciales mixtas al conectarle un rodillazo al hígado a McMann en el primer asalto.

Rousey (8-0), que había dominado todas sus peleas por rendición vía palanca de brazo, optó al inicio de la reyerta por intercambiar golpes con McMann (7-1). Cuando por fin acortaron la distancia entre sí, Rousey agarró a McMann y ambas intercambiaron rodillazos al cuerpo, pero fue la rodilla de Rousey la que encontró el punto exacto.

Tras recibir rodillazo al hígado, McMann perdió sus piernas, cayendo a la lona sin aire mientras Rousey se le abalanzaba encima para buscar conectar con ‘ground and pound”, lo que motivó al árbitro Herb Dean a detener el combate y así evitar castigo adicional a la medallista de plata de Atenas 2004.

“Estudiamos sus videos y notamos que nadie le había conectado al cuerpo”, dijo Rousey luego del pleito. “Pensamos que lo mejor era concentrarnos en el entrenamiento en cómo  pegarle al hígado. Me mantuve consistente lanzándole a esa área y eventualmente tuvimos éxito”.

Algunos criticaron al oficial por detener la pelea muy rápido y no permitir que McMann se recuperara, pero el árbitro Herb Dean sostuvo que McMann se agarró el área abdominal en señal de dolor y nunca se tapó la cara, por lo que sería vulnerable a golpes al rostro y, por ello, decidió detener el combate.

Tras su triunfo, se desconoce quién será la próxima oponente de Rousey, pero se rumora que podría ser en julio ante Alexis Davis (16-5, siete rendiciones), quien lleva cinco victorias al hilo y venció por decisión a Jessica Eye (10-2) en el cartel preliminar de UFC170.

Sin embargo, el nombre que más se sigue mencionando es el de la campeona de las 145 libras de InvictaFC, Cristiane “Cyborg” Santos (12-1 con 10 KO), pero esta primero debe regresar a UFC, aceptar bajar a 135 libras y hacer una o dos peleas en ese peso.

“Claro que estoy interesada en pelear con ella. Pero fue ella quien en un principio de salió de su contrato con UFC cuando se le pidió que se sometiera a exámenes de dopaje durante su entrenamiento”, indicó Rousey. “No voy a ir a ninguna parte y ella sabe dónde encontrarme”.

En los pleitos semiestelares de la velada, Daniel Cormier (14-0) noqueó a su colega de entrenamiento  Pat Cummins (4-1) transcurridos apenas 1:19 del primer asalto, mientras que Rory McDonald (16-2) se volvió a coloca en la lista de contendores del peso welter al derrotar por decisión al experto en Jiu jitsu Demian Maia (18-6) por decisión unánime.