Valencia.- La nadadora español Selina Moreno tratará de cruzar el Canal de la Mancha en agosto, un reto muy ambicioso para esta deportista que superó un cáncer de mama que le diagnosticaron en 2005.

En caso de lograrlo, Selina Moreno sería la segunda española en superar este reto, después que Montserrat Treserras lo consiguiera hace cincuenta años.

Esta travesía de más de 32 kilómetros es una de las más difíciles, se tarda entre catorce y dieciocho horas en unas aguas con un temperatura que oscila entre los trece y los dieciséis grados.

Para hacer frente a las duras condiciones, los nadadores utilizan un traje de baño convencional, gorro, gafas, tapones para los oídos y grasa, para evitar las rozaduras y retrasar la pérdida de calor del cuerpo del nadador, pero no pueden usar trajes de neopreno, según unas normas establecidas desde hace ochenta años.

Moreno nada en mar abierto desde el mes de enero para preparar esta prueba, en la que cuenta con el patrocinio y apoyo del Ayuntamiento de Gandía, la Universidad de Valencia y el Real Club Náutico de Gandía.

"Además de estar bien físicamente, la larga distancia se nada con la cabeza, por eso tengo que preparar tanto la parte psicológica como la física", concluyó la deportista, que, aunque sigue en tratamiento, actualmente su vida ha vuelto a la normalidad y compatibiliza deporte y trabajo.

Selina Moreno comenzó a nadar larga distancia después de superar el cáncer, ya que "quizá antes, la larga distancia, podía verla como una muralla, como algo inalcanzable, pero cuando superas enfermedades como esta, desmitificas lo que antes considerabas retos insuperables", confesó la deportista.

Tras año y medio de tratamiento, Selina recordó que la natación le permitió recuperar la movilidad en los brazos tras la intervención quirúrgica, además de ayudarle psicológicamente en su rehabilitación.