Nueva York. La bicampeona olímpica Caster Semenya está escribiendo un libro sobre sus triunfos en las pistas y sus batallas para que le permitiesen competir a pesar de tener niveles inusitadamente altos de testosterona.

El libro se titulará “Silence All the Noise” (Silencien todo el ruido). Será publicado por W.W. Norton & Company, que todavía no anunció su fecha de lanzamiento.

“Mi vida tuvo sus batallas, pero ha sido mayormente una dicha. A partir de mi ejemplo, quiero educar, iluminar e informar acerca de cómo el mundo puede tratar a las personas que nacieron diferentes”, expresó la atleta sudafricana en un comunicado el martes al anunciar el proyecto.

Semenya es una atleta sudafricana mujer cisgénero intersexual, asignada como mujer en el nacimiento, con cromosomas XY y con niveles naturalmente elevados de testosterona debido a una deficiencia de 5-alfa reductasa.

Después de su victoria en el Campeonato Mundial de 2009, fue anunciado que sería sometida a un test sexual. Fue retirada de las competiciones internacionales hasta el 6 de julio de 2010, cuando la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) le permitió regresar. En 2019 nuevas normas de la IAAF entraron en efecto, impidiéndole a mujeres como Semenya participar en eventos de 400, 800 y 1500 metros hasta que tomaran medicación para bajar sus niveles de testosterona. El 25 de febrero de 2021, su abogado dijo que apelaría en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

“Tal vez escucharon parte de mi historia a lo largo de los años y me vieron corriendo o parada orgullosamente en el podio en los Juegos Olímpicos”, dijo Semenya. “Pero hay muchas más cosas que quiero transmitirles sobre la fuerza, el valor, el amor y sobre ser quien eres. Quiero que este libro le muestre a la gente de todo el mundo cómo hacer eso”.

Semenya ganó la medalla de oro de los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Londres (2012) y de Río de Janeiro (2016), además de tres títulos mundiales. Pero ha estado en conflicto constante con las autoridades del atletismo, que le prohibieron correr los 400 y 800 metros este año en Tokio. Se negó a acatar las normas fijadas en el 2018, por las cuales debía bajar sus niveles de testosterona artificialmente, ya fuese con pastillas anticonceptivas, inyecciones u operaciones.

“¿Por qué tengo que tomar drogas?”, preguntó Semenya en el 2019. “Soy una atleta pura. No hago trampas. Deberían enfocarse en el dopaje, no en nosotras”.