En un periodo de cinco años, sobre 25,000 personas han vivido la experiencia de la adrenalina y la acción que promete el salto en paracaídas desde una altura de entre 10,000 y 14,000 pies, que ofrece la escuela Skydive Puerto Rico en el Aeropuerto Antonio ‘Neri’ Juarbe, en Arecibo.

Este tipo de salto se conoce como tándems, donde la persona va amarrada a un instructor.

Es una escuela completa que atiende a estudiantes que nunca han saltado y quieren saltar amarrado de un instructor, lo que se llama un salto tándem. Pero, también es una escuela donde se entrenan paracaidistas, donde los paracaidistas ya experimentados pueden certificarse como instructores, ya sea instructores para enseñarle a estudiantes a hacer paracaidistas o instructores para saltar con personas que vienen a hacer un salto. Además de eso, hacemos campamentos, eventos y educación continua dentro de las actividades del paracaidismo para ofrecerle a los paracaidistas experimentados oportunidades para aprender más dentro de la disciplina del deporte”, explicó Ernesto Díaz, quien corre el negocio junto a su esposa Karin Azures.

“Esta compañía (establecida en el 2016) empieza por una falta de servicios para el deporte del paracaidismo. Entonces, surge la idea de hacer esta escuela porque mi esposa también es paracaidista y examinadora, ella es quien da certificaciones a los paracaidistas para ser coaches e instructores y tiene mucha más experiencia que yo. Por eso, nosotros vimos la oportunidad de crear esta escuela para poder brindarle esa experiencia a la gente en Puerto Rico, tanto al público en general como para que los paracaidistas puedan tener mejores posibilidades y mejores aviones para poder hacer el deporte”, agregó Díaz.

Los lanzamientos para personas comunes, es decir, que no tengan certificaciones como paracaidistas, se realizan en 'tandems', en las que un instructor guía el aparato mientras está atado al cliente.
Los lanzamientos para personas comunes, es decir, que no tengan certificaciones como paracaidistas, se realizan en 'tandems', en las que un instructor guía el aparato mientras está atado al cliente. (Suministrada)

Además del salto tándems, el instructor dijo que se pueden realizar muchos otros saltos, siempre y cuando tengan la experiencia necesaria.

“Para personas que vienen a saltar por primera hay saltos a 10,000 pies que es la caída libre es más corta, hay saltos a 14,000 pies, hay saltos que aterrizamos en la playa. Lo único que cambia es la altura. El salto más común es a 14,000 pies porque la caída, que es el propósito del paracaidismo, es bastante larga para disfrutarse, ya que dura un minuto. El salto de 10,000 pies lo ponemos porque es un poco más económico y la caída libre es de 30 segundos. Pero hay muchas disciplinas dentro del paracaidismo para personas que vienen a convertirse en paracaidistas. Se puede volar de cabeza, de pies, en ángulo, se puede volar con wingsuit, que son esos trajes que las personas parecen ardillas. Esos saltos los trabajamos aquí, pero son saltos que requieren más experiencia de parte del paracaidista, requieren un mínimo de saltos y experiencia”, aclaró el experto tras destacar que Skydive Puerto Rico cuenta con un avión “que puede subir a 14,000 pies, pues hay aviones que no pueden y solo suben a 9,000 o 10,000 pies”.

¿Te atreves?

Aquellos valientes que busquen tener esa primera experiencia como paracaidista, el instructor indicó que deben tomar una clase breve para orientarse sobre cómo actuar cuando esté volando con su instructor. Ese mismo día puede hacer el salto tándem.

“Si vienes a saltar con un instructor un salto tándem, llega y se le da una clase sencilla de 15 minutos porque no tiene mucha responsabilidad. La responsabilidad la tenemos nosotros los instructores, así que se le da una clase de lo que tiene que hacer porque sus acciones pueden ocasionar algo, por eso eres un estudiante y no un pasajero. Se da la clase sencilla y nos vamos y saltamos”, indicó.

De hecho, no existen casi limitaciones que le impidan vivir esta experiencia porque cualquier persona puede lanzarse en paracaídas, aún aquellas que tienen discapacidades físicas.

“Es un deporte para todo el mundo, solamente debe tener más de 18 años porque el relevo de responsabilidad debe ser firmado por una persona adulta. Cualquier persona puede saltar si pesa menos de 250 libras, porque si excede eso es un poco más difícil para el instructor llevarlo. Pero todo el mundo puede saltar. Aquí han saltado parapléjicos, cuadripléjicos, ciegos, mudos, sordos, gente con distrofia muscular. Aquí no hay límites, excepto contar con la valentía de saltar”, dijo Díaz, quien confesó que cuando una persona con discapacidad decide tener esta experiencia, hace aún más especial su trabajo.

“Todos los saltos son especiales, pero los saltos con personas que no pueden caminar o personas que no ven, que no escuchan, lo hace aún más especial porque le da la oportunidad de volar y le da el sentimiento de libertad que es lo que causa el salto. Ver esas personas que llevan una vida difícil, darle ese minuto de libertad, pues vale la pena ver sus caras. A mi entender le da más fuerzas para seguir adelante, igual que todo el mundo que lo experimenta”, manifestó.

Según su experiencia, uno de los denominadores común en todos los que deciden treparse a un avión y lanzarse al vacío con su paracaídas es, por supuesto, el miedo. Pero Díaz asegura que eso es completamente normal y es precisamente lo que le da sentido a vivir esta experiencia.

“Todo el mundo que viene tiene miedo, eso es parte de la experiencia. Si no hubiera miedo, pues no hubiera aventura. Vencer ese miedo es el propósito primordial de darte cuenta de que una vez que vences el miedo, pues la felicidad y un mundo nuevo se abre después del miedo”, sostuvo el instructor, quien asegura que la vista al lanzarse en paracaídas, “especialmente en Puerto Rico, es espectacular porque se ve el océano al norte, se ve la cordillera central, se ve Ponce al sur, Rincón, Mayagüez, Aguadilla. Se ve casi toda la isla”.

Curso para convertirse en instructores

Aquellos que buscan ir más allá y quieren convertirse en instructores profesionales, pueden tomar sus clases y hacer sus prácticas para lograr su certificación con Skydive Puerto Rico. Esto puede darse en un periodo tan corto como tres días o hasta siete meses, eso depende de cuán rápido la persona quiera que sea. Obviamente, los requerimientos de edad (18 años) y peso (no mayor a 250 libras) siguen siendo parte esencial para tomar el curso.

Skydive Puerto Rico ofrece la opción de lanzamientos a todo tipo de personas. Solo hay algunas pequeñas excepciones.
Skydive Puerto Rico ofrece la opción de lanzamientos a todo tipo de personas. Solo hay algunas pequeñas excepciones. (Suministrada)

“Si eres un estudiante que vienes a coger el curso para convertirte en paracaidista, entonces se te da un curso teórico de seis horas y práctica en tierra para entonces practicar lo que vamos a hacer en los altos. En el curso de paracaidismo esa teoría se da en un día y practicamos. Cuando el estudiante se sienta que vamos a saltar, pues saltamos. El estudiante tiene que haber cumplido siete niveles, que son siete saltos, y eso se hace en un mínimo de un salto al mes. No puede pasar un mes sin hacer un salto. Pero se puede hacer tan rápido como en tres días o tan lento como en siete meses. Es que el paracaidismo funciona mucho con memoria muscular y con el miedo, entonces si esperas mucho tiempo para saltar hay que practicar otra vez para crear esa memoria muscular y además bregar con el miedo de volver a saltar. Tiene que ser relativamente rápido para acostumbrarte”, especificó el propietario de la empresa que labora de miércoles a domingos en horario de 8:00 a.m. a 3:00 p.m.

Los costos para un salto tándem a 10,000 pies de altura son de $225; el salto de 14,000 pies de altura es $275 y el salto de playa $350. También hay servicio de fotos y videos.

En tanto, el curso de paracaidismo sale en $1,720, esto incluye todo: el equipo, la teoría, los saltos y los videos.

“Lo más importante es entender que todo el mundo debería hacer un salto por lo menos una vez en la vida porque logras vencer el miedo y te da la sabiduría cuando aterrizas de que todo es posible, que el miedo está ahí por una razón y es para vencerlo. Una vez que lo vences, te das cuenta que puedes lograr todo lo que te propongas. Si ya saltaste de un avión, ¿a qué más le vas a tener miedo en la vida?”, culminó el instructor.