EUGENE, Oregon. En el mundo de las vallas, antes de que llegara Sydney McLaughlin, solían pasar años antes de que alguien le restara fracciones de segundo a un récord. Y ganar una carrera no necesariamente implicaba hacer historia.

Pero McLaughlin es una atleta única, que ha acabado con esa noción. También ha destruido marcas una y otra vez.

Por cuarta ocasión en 13 meses, la estadounidense de 22 años impuso un récord mundial. Corrió el viernes los 400 metros con vallas en 50.68 segundos y se apoderó del oro en el Mundial de atletismo.

Trituró su propio récord mundial por 73 centésimas de segundo, un margen asombroso que, en la era previa, habría tardado unos 33 años en alcanzarse.

No parece algo real”, dijo McLaughlin en la entrevista sobre la pista luego de la carrera.

Tampoco lo parecen la diferencia de 1.59 segundos entre McLaughlin y la holandesa Femke Bol, quien finalizó segunda con 52.27 —un margen abismal de 1.59 segundos. La estadounidense Dalilah Muhammad, campeona defensora, finalizó tercera con 53.13, un tiempo con el que hubiera ganado la competición hace apenas siete años.

Después de que McLaughlin recibió su presea de oro y escuchó el himno nacional, Sebastian Coe, el presidente de World Athletics, le entregó un cheque por $100,000, la recompensa por quebrar un récord en el Mundial. Es la cuarta vez seguida que McLaughlin ha impuesto una marca.

Durante una noche despejada en el Hayward Stadium, McLaughlin dejó atrás a Bol y a Muhammad cerca de la marca de los 150 metros. Para el momento que la estadounidense llegó a la última curva, estaba claro que ésta sería estrictamente una carrera por el récord.

Sinceramente, sólo quería correr y lograrlo”, dijo. “Esos últimos 100 metros me dolieron de verdad”.

La marca de los 400 metros con vallas impuesta por la rusa Yuiya Pechonkina fue de 52.34 segundos y se mantuvo en los libros durante 16 años, hasta que Muhammad, no McLaughlin, la dejó en 52.20, durante el campeonato estadounidense de 2019 en Iowa.

Muhammad lo superó otra vez en el Mundial de 2019, para colocarlo en 52.16.

McLaughlin perdió aquella carrera apenas por siete centésimas y comenzó a pensar en hacer cambios.

Los ha conseguido.

En la misma carrera, la panameña Gianna Woodruff se ubicó séptima, con un tiempo de 54.75 segundos.